Namco y Capcom Vs Bellezas del Anime - Septiembre 2020
Marilyn Carry y Sabine - En Español


La historia de este mes tiene lugar en una isla tropical turística en el océano Pacífico. La isla es conocida por sus paquetes de viaje para parejas. Sin embargo, atrae a los adolescentes más mayores debido a que la edad de apuestas en el casino es de 18, la baja edad legal para beber, y las playas nudistas. Para nuestra candente pareja, querían celebrar la llegada de su nueva hija. Lo que ellas no sabían, es el rato que iba a pasar.

Era una soleada y brillante tarde. La chica rubia llamada Marilyn Carry estaba tumbada completamente desnuda en una toalla azul cerca de la playa, con una gran sombrilla sobre ella. Llevaba sus gafas de sol puestas para relajarse más cómodamente. Sentía la brisa marina tocar su piel mientras el romper de las olas se podía oír cerca. Miró su reloj para ver qué hora era.

“Cielos santo. Ha pasado más de una hora desde que Sabine me dijo que estaría aquí. ¿Porqué tarda tanto?”

Entonces oyó unas pisadas en la arena viniendo desde atrás. Miró detrás suyo y vio a una chica de pelo azul, que llevaba parte de una sudadera, con una gran toalla cubriendo su cuerpo. La toalla era tan grande que casi arrastraba por el suelo.

Marilyn empezó a reír disimuladamente y luego comenzó a reírse en voz alta. “¿¡S-sabine, que estás haciendo!?”

A Sabine se le puso la cara roja y gritó, “¡LL-llevo una toalla! ¿¡Que tiene eso de malo!?”

“¡Jajaja~! Bueno eso ya lo veo. ¿Pero te das cuenta de que estamos en una playa nudista, verdad? Se supone que nadie debería llevar una toalla puesta aquí, ni siquiera tú…”

La cara de Sabine se enrojeció más y se puso más nerviosa. “Lo-…. Lo sé… Pero no quiero que la gente me vea ‘así’.”

“Oh querida, te preocupas demasiado. A nadie le va a importar.”

“Sí pero-”

Antes de que Sabine pudiera acabar la frase, escucharon a una voz femenina gritar, “¡CUIDADO!” de lejos.

Vieron una pelota de voleibol venir volando hacia ellas y caer a apenas unos metros de donde estaba tumbada Marilyn. Miraron hacia donde había venido la pelota y vieron a dos adolescentes mayores atléticas desnudas venir hacia ellas. Una chica era una morena hispánica, mientras que la otra chica era una blanca pelirroja con adorables pecas en la cara. Tanto Sabine como Marilyn no pudieron evitar fijarse en lo hermosas que eran las chicas.

Sabine se giró rápidamente, para que sólo pudieran verle la espalda.

“Lo sentimos señoritas. Le dimos sin querer a la bola con demasiada fuerza,” dijo la chica hispánica.

“No pasa nada chicas. Nadie ha salido herido.” Marilyn agarró la pelota y se la lanzó de vuelta. “¡Aquí tenéis!”

La chica pelirroja pilló la pelota y le sonrió. “¡Gracias!”

Antes de que volvieran con sus otras amigas, miraron en dirección a Sabine. Vieron que se estaba cubriendo con una toalla.

“Emmm... Señorita, ¿sabe que no puede llevar eso aquí verdad?” le dijo la chica hispánica.

Sabine se sonrojó y empezó a temblar. “B-bueno-”

“No os preocupéis chicas. Estaba a punto de quitársela, ¿a que sí?”

Sabine cortó con la mirada a Marilyn. Entonces miró al cielo y respiró hondo resignada.

“Sí... Así es.”

Sabine desenvolvió su cuerpo de la toalla y la dejó caer mojadamente en el suelo. Lo que vieron las chicas les dejó completamente impactadas.

Se giró sujetando su barriga que sobresalía con una forma perfectamente esférica. Se sonrojó y no podía evitar mirarlas preocupadamente por lo que fueran a decirle.

“Emmm...” La chica pelirroja tragó saliva e intentó hablar por las dos. “Señorita…. ¿Está-”

“Pues sí lo está chicas.” Marilyn interrumpió a la chica antes de que acabara su pregunta. Marilyn se acercó y empezó a frotar la enorme barriga de Sabine. “Sabine, la chica que os está causando fascinación, lleva consigo una de las más bellas cosas en este mundo. Un bebé.”

Ambas chicas se sonrojaron y dieron un grito ahogado, sabiendo que su suposición era cierta. Sabine se tapó los ojos sin querer ser vista y temiendo lo peor.

“Eso es…. ¡INCREÍBLE!”

Sabine soltó sus manos de la sorpresa. Miró y vio a las chicas corriendo para acercársele con expresiones de emoción en sus caras.

“¿Quieres decir que Sabine, esta preciosidad, va a tener un niño?” Preguntó la chica hispánica.

“Mhm~ Una bebé para ser exactos,” Marilyn dijo bajando sus gafas de sol para guiñarle un ojo a las chicas.

“¡¡¡OOHHHH~!!! ¡¡¡Qué adorable!!!” Gritaron ambas chicas.

“Sabine, ¿te parecería bien si toco tu barriga?” la chica pelirroja le preguntó.

“¡C-claro!” Sabine sonrió felizmente mientras la chica pelirroja puso su mano en su barriga.

En apenas unos instantes, la chica pudo sentir una vibración de patada a través de su mano.

“¡Se ha movido!”

“¡Yo quiero sentirla también! ¿Te parece bien?”

“S-sí está b..bien,” Sabine dio una risilla a la chica hispánica.

Ella pudo sentir las dos cálidas manos tocando su gran barriga. Ellas, por el contrario, podían sentir a la bebé de Sabine moverse un poquito más. Ambas chicas dieron una risilla de pura alegría.

“¡Es increíble! ¿Quién es el afortunado marido?”

Marilyn se quitó las gafas de sol y se levantó. “Bueno, el afortunado no es un hombre”

Ambas chicas estaban algo confusas al oírle decir eso. Marilyn se puso detrás de Sabine y levantó su mano que llevaba el anillo con su mano anular a juego también.

“Digamos que una señora llamada ‘Marilyn’ es la que impregnó a Sabine.”

Ambas chicas estaban completamente anonadadas. Sus mandíbulas se cayeron y se miraron la una a la otra, y luego otra vez a ella y Sabine.

“¿¿¡¡¡QUÉ!!!??”

Sabine se giró con una mirada ligeramente frustrada mientras cortaba con la mirada a Marilyn.

“¡Marilyn!”

“Jejeje~ Lo siento, querida. Querían saberlo así que les he dicho la verdad.”

Ambas chicas estaban sonrojándose muchísimo. Estaban completamente sin habla.

Marilyn puso sus brazos alrededor de Sabine y dijo, “¿Os gustaría ver cómo se hizo?”

Ambas se sobresaltaron mientras sus corazones se aceleraban al escuchar a Marilyn hacerles esa pregunta.

Sin embargo, las dos dijeron al unísono, “¡N-no gracias!”

“Jooooo~ Una pena~ Bueno, ¿Os gustaría escribir algo mono en su barriga?”

Ambas chicas y Sabine estaban sorprendidas por lo que le les estaba ofreciendo. Se inclinó al otro lado de la toalla y alcanzó el interior de su bolsa negra mediana. Sacó un pintalabios rojo y lo ofreció para dárselo a una de las chicas.

“Aquí tenéis. Simplemente escribid, o dibujad, algo bonito en el bombo de mi esposa y prometo no distraeros más.”

La chica hispánica tomó el pintalabios rojo de su mano. Marilyn tapó los ojos de Sabine con sus manos para que no pudieran ver lo que le escribían. La chica hispánica estaba nerviosa porque no sabía que escribir.

“¡Oh! Ya sé” La chica pelirroja gritó.

Se inclinó y susurró al oído de su amiga. Sus ojos se iluminaron también.

“¡Ey~ Me gusta! Vale, pondré eso.” Se inclinó cerca de la barriga de Sabine y empezó a escribir.

Sabine estaba haciendo lo mejor que podía para que su cuerpo no se moviera, porque el pintalabios le hacía cosquillas en la piel. Sin embargo, ella sonreía y daba risillas del cosquilleo.

Tras unos instantes la chica hispánica acabó de escribir.

“¡Vale! Creo que a las dos os gustará esto.” Marilyn retiró las manos de los ojos de Sabine y miró a la adorable barriga de su esposa. Sonrió muy contenta al ver lo que la joven había escrito en la barriguita de su esposa – las palabras “La primera de Marilyn” escrito en dos líneas.

“¡Me encanta chicas! ¡Gracias~!”

Sabine no podía leer lo que escribieron, pero se fio de la opinión positiva de su esposa.

“Sí, sí. ¡Gracias a las dos por vuestras amables palabras, sean las que sean!”

“¡De nada!” Dijeron las chicas al unísono.

Entonces la pelirroja le quitó la pelota a la chica hispánica y ambas comenzaron a dirigirse en sentido contrario al que habían venido.

“¡Buena charla chicas!”

“¡Cuidaos!”

“¡Adiós!” Marilyn sonrió mientras ella y Sabine se despedían con la mano a las dos chicas. Marilyn bajó a Sabine consigo hasta que sus dos traseros aterrizaron suavemente sobre la toalla.

“Ves querida~ A esas dos chicas les encanta tu mochila delantera. Y les ha encantado incluso más sentir a tu hija dentro de ti.”

“Ya…. Tenías razón.”

“Sé que la tengo. Ahora ven aquí~”

Marilyn giró suavemente a Sabine hacia ella y empezaron a besarse. Entonces empezó fue a acariciar los pequeños pechos de Sabine también.

Sabine se apartó de Marilyn y negó fuertemente con la cabeza. “N-no. ¡No mientras haya otra gente cerca!”

“Joooo~ Eres una aguafiestas.” Marilyn jugueteó.

Sabine le dio un puñetazo a Marilyn en el brazo, quien dio una risilla y se frotó la zona cuidadosamente. Ambas se acurrucaron juntas en la toalla y empezaron a relajarse.

Después de que pasaran unas horas seguían acurrucadas. Sabine entonces escuchó un habla susurrada cerca. Giró la cabeza y vio dos cabezas agachadas tras un pequeño montón de arena hecho a mano. Rápidamente agitó a Marilyn, quien estaba durmiendo plácidamente.

“¿Hm~? ¿Qué? ¿Quién? ¿Es hora de follar?”

“¡No, pedazo de calentona!” Sabine seseó suavemente, mirando a su alrededor. Entonces susurró gentilmente a Marilyn. “Creo que alguien nos está espiando.”

“¿Hmmm~? ¿Je, has oído algún click?”

“No, pero no paro de oír pequeños murmullos cada veinte o treinta minutos. Creo que alguien nos está mirando a nosotras tumbadas aquí desnudas.”

Miró detrás de ella y durante un breve segundo pudo reconocer las cabezas de las chicas pelirroja e hispánica de antes. Ellas agacharon rápidamente sus cabezas de la sorpresa por ser descubierta.

La cara de Sabine se puso roja y agitó rápidamente a Marilyn otra vez, “¡Querida! ¡Querida! ¡Creo que son las chicas de antes! ¡Nos estaban espiando!”

Ella se sentó y miró a Sabine. “¿Dónde las has visto?”

“¡Ahí!” Señaló a el pequeño montículo de arena.

Ella se percató de que los pies de una de las chicas sobresalían. Marilyn dio una risita de la situación.

“Ohhhh~ sí. Ya las veo. Observa esto~” Marilyn guiño un ojo a Sabine.

“¡Ey! ¿¡Se os ha vuelo a caer la pelota por aquí!? ¿¡O sólo estáis disfrutando de las vistas!?” Gritó al montículo de arena.

En apenas segundos, las dos chicas se levantaron frotándose la nuca, y entonces caminaron lentamente hasta dónde estaban tumbadas Sabine y Marilyn.

“E-ey, que pasa chicas~ Ummm… H-hemos vuelto a tirar la pelota hasta aquí y hemos venido a recogerla.”

Antes de que la chica hispánica pudiera acabar, la pelirroja añadió.

“Y-y entonces vimos el montículo de arena y vimos que podíamos veros desde ahí y… y...”

Ni Marilyn ni Sabine se creían sus excusas, obviamente. Sabine se cubría sus partes íntimas más cuanto más se acercaban. Ambas chicas dieron un gran suspiro e hicieron una reverencia ante la pareja.

“Lo sentimos,” las dos dijeron al unísono. “Nosotras sólo…. Os veis tan preciosas juntas y-”

La chica pelirroja se sonrojo de sobremanera y no pudo continuar, pero la chica hispánica acabó lo que estaba diciendo.

“C-cuando os vimos a las dos besándoos…. Esperábamos que… vosotras podríais…” la chica tragó saliva y dio un grito ahogado, “hacerlo…”

Marilyn estaba tocándose la barbilla mientras miraba a las dos chicas.

Se inclinó hacia Sabine y susurró. “¿Quieres que les demos un espectáculo?”

La cara de Sabine se puso tan roja como la cara de la chica pelirroja.

“¿¡Qué!?” Le susurró en respuesta.

“Jooo venga~ Míralas. ¿No quieres actuar frente a dos fans preciosas y buenorras?”

Sabine las miró y no podía ocultar que le gustaba ver sus maravillosos cuerpos. Soltó un gran suspiro y dijo, “… De acuerdo, Marilyn mi esposo.”

“Gracias~” Besó a Sabine en la mejilla y miró de nuevo a las chicas. “Vale~ ¡queríais un espectáculo, y os lo vamos a dar chicas!”

Metió la mano en su bolsa negra y sacó un strap-on. Aunque este tenía un dildo verde brillante. Las chicas estaban maravilladas por él. Se levantó y se apretó el strap-on alrededor de la cintura.

“Sabine querida~ ¿Te importaría chupar mi vara de placer por mí~?”

Sabine asintió con la cabeza y empezó a darle suavemente y sensualmente al brillante strap-on una mamada, su saliva lo recubría y chorreaba generosamente. Marilyn jugaba gentilmente con sus pechos, gimiendo, mientras las dos chicas observaban, sonrojándose y tragando saliva mientras se convertían en espectadoras de los amorosos preliminares de Sabine y Marilyn.

Marilyn empujó la cabeza de Sabine hacia atrás mostrando lo lubricado que estaba su dildo a las chicas.

“Buena Sabine-esposita. Ahora~”

Marilyn se tumbó de espaldas y se posicionó con sus piernas ligeramente abiertas. Marilyn no tuvo que decir nada porque su diminuta cónyuge sabía lo que tenía que hacer. Se levantó y fue hacia dónde el dildo estaba completamente hacia arriba. Separó sus labios vaginales rositas, y empezó a bajar para montar la polla, cuando la voz de Marilyn sonó.

“¡Oh no, querida! Mirando al otro lado~”

“V-vale...” Tragó saliva y se giró para encarar a las chicas.

Guió el dildo hacia su coño y bajó sus jugosos labios vaginales, bajando mientras la brillante punta se deslizó dentro de ella con un suave sonido de succión. Sabine empezó a jadear pero entonces se dejó caer, hasta que casi todo el dildo llenara sus adentros.

Sabine gimió fuertemente y las dos chicas estaban moviendo sus caderas estando visiblemente nerviosas. Marilyn agarró las muñecas de Sabine y gentilmente las echó a los lados.

“Estupendo. ¡Ahora comencemos, madre de mis hijas!”

“¡S-sí~! ¡Esposo!” Sabine gimió mientras levantaba su cuerpo a lo largo del falo y bajar lentamente después.

Continuó con este lento movimiento mientras las dos chicas miraban a ella y Marilyn haciendo el amor apasionadamente.



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“Veréis chicas. Cuando os pregunté si os gustaría ver cómo impregné a mi adorable esposa Sabine, así es cómo lo hice. El dildo mágico extrae mis jugos vaginales y óvulos cuando alcanzo el clímax, y entonces eyacula dentro de su carnoso cuarto para bebés. El dildo engaña a su cuerpo haciéndole pensar que mis óvulos son espermatozoides, lo cual permite a su cuerpo reproducirse con mi ADN. Y~ cuanto más brilla el dildo, me muestra lo cachonda que pongo a mi amante.”

Marilyn sacó la lengua juguetonamente a Sabine, quien se giró para mirar a Marilyn con un poco de mala cara, diciendo, “¡Que te den!”, sacando su lengua también.

“¡Oh! Bueno pues si quieres jugar así, entonces...”

Marilyn agarró las muñecas de Sabine más fuerte y empezó a embestir con sus caderas más fuerte hacia arriba para que el dildo diera contra las paredes interiores del canal vaginal de la más pequeña chica. Sabine dio un grito ahogado de completa sorpresa y placer. Marilyn empezó a embestirla más y más rápido, hasta que el fondo del dildo estaba golpeando el exterior de la labia de Sabine.

¡Sabine estaba jadeando y gimiendo más y más alto! Podía ver como las chicas se daban placer a ellas mismas mientras la veían ser follada por Marilyn. Podía sentir sus pechos volverse más sensibles, y pronto, pequeños chorros de templada leche de pecho fresca se filtraban de sus erectos pezones.

Sabine miró a las dos chicas y rogó, “Por favor…. ¡las dos! ¡Mamad de mis pezones! ¡Por favor bebed mi leche!”

Ambas la miraron, sorprendidas por la repentina petición de Sabine.

“¿¡Q-qué!?” Ambas dijeron al unísono.

“N-necesito que alguien pruebe mi leche materna, para saber si es buen o no. ¡¡P-por favor!!”

Ambas chicas tragaron saliva, pero asintieron con la cabeza y se pusieron muy cerca de Sabine y Marilyn, con la chica hispánica a su derecha, y la pelirroja a la izquierda. Agarraron sus pechos y vieron la celestial leche fluir en abundancia de los dos hinchados pezones. Ambas chicas estaban maravilladas y abrumadas por la vista, y tomando cada una un pecho en su mano, empezaron a chupar suavemente los tan ansiosos pechos.

Las chicas pensaron que la leche de Sabine sabía al mismísimo paraíso. No podían parar de chupar sus pezones erectos. Querían cada vez más. Pronto no podían evitar sentirse pervertidas e insertaron uno de sus húmedos dedos en el pequeño y adorable ano de Sabine. Ella gimió más y más alto de la sensación.

“Jejeje~ Sabía que sería divertido jugar con estas dos chicas desde el momento en el que las vi. Y son tan pervertidas como nosotras…” Marilyn pensó para si misma.

Ella siguió marcando el ritmo de la dura follada de su esposa, causando que Sabine gimiese más y más alto.

“¡SÍ! ¡FOLLAD MIS AGUJEROS! ¡CHUPAD MIS TETAS! OH POR DI-”

Sabine no pudo acabar la frase. Gimió con un agudo chillido y echó la cabeza atrás, con la lengua fuera mientras ponía una cara agehao. Marilyn sabía lo que estaba apunto de pasar, así que soltó los brazos de Sabine. Envolvió un brazo alrededor de la barriga de Sabine y empezó a jugar con su clítoris furiosamente. Los ojos de Sabine se abrieron aún más y pronto, empezó a correrse por todo el dildo y en los muslos de Marilyn. Su orgasmo fue tan fuerte que sus pechos expulsaron más leche a las deseosas bocas de las chicas.

El cuerpo de Sabine se agitó violentamente por múltiples orgasmos. Las chicas sacaron los dedos de su apretado ano, chupándose los dedos para limpiarlos mientras Marilyn levantó a la muchacha embarazada del dildo. Tan pronto cómo el dildo salió del apretado coño, Sabine se cayó de espaldas encima de Marilyn, su cara estaba sonriente, babeando y jadeando profundamente.

Las dos chicas atléticas se levantaron, con sus caras totalmente rojas, mientras seguían chupando gentilmente sus dedos.

“Wow... Eso ha sido…”

“¡FANTÁSTICO!” La chica pelirroja acabó por la chica hispánica.

“¡Sí!.... ¡Sí que lo ha sido! Gracias Marilyn y Sabine por el espectáculo. Aunque aún tenemos una pregunta para vosotras.”

Mientras Marilyn estaba acurrucándose con Sabine, las miró con una sonrisa, “¿Qué es?”.

Ambas chicas se miraron la una a la otra y asintieron con la cabeza.

“N-nos preguntábamos si...” La chica pelirroja tragó saliva.

La chica hispánica la ayudó diciendo, “Si vosotras querríais venir a nuestra habitación del hotel, para tener un cuarteto... ¿Qué decís?”

Marilyn puso una sonrisita y dijo, “Yo voy de una. ¿Tú que dices, querida?”

Mientras miraba a Sabine, la pequeña chica giró su cabeza cansada, sonrió, y asintió fuertemente con la cabeza.

Marilyn sonrió, “Bien entonces, eso es un ‘sí’ para nosotras dos.”

Ambas chicas estaban eufóricas por las respuestas de Sabine y Marilyn.

“¡GENIAL! ¡Gracias!” Dijo la chica hispánica.

“¡Bien, pues nos vemos esta noche!”

Pero antes de que las chicas pelirroja e hispánica se fueran, se arrodillaron y besaron la barriga de Sabine.

“Nos vemos ahí también, pequeña,” La chica pelirroja dijo mientras las dos guiñaron un ojo a la barriga de Sabine.

- FIN -


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