En una aldea de fantasía se hallaba la base temporal de los guerreros de otros mundos. La aldea estaba protegida por dichos héroes y derrotaban a cualquier malhechor que se llegaba a las puertas exteriores de la ciudad. Los héroes nunca pidieron mucho más que un sitio para hospedarse y descansar. La mayoría de los héroes descansaban y planeaban su próximo gran asalto contra el enemigo, pero habían ocasiones en las que los héroes simplemente hacían eventos divertidos para aumentar su moral.
En medio de la aldea había un gran edificio. Era el centro de entretenimiento para grandes eventos. El edificio estaba ocupado por los héroes para celebrar una boda. Dentro del edificio habían un montón de mesas y sillas repartidas por todo el salón de baile. En cada una de las mesas habían hombres y mujeres del universo de Aselia; originarios de diferentes periodos y mundos paralelos. Con ellos estaban las guerreras Pretty Cure, compuestas sólo por chicas.
Cerca del fondo de la sala habían dos chicas con vestidos nupciales. La primera chica era Yukari Kotozume. Tenía un cabello largo y morado y llevaba un vestido de novia rosa. La chica que tenía a su lado era Rutee Katrea. Tenía el cabello negro y corto y su vestido de novia era blanco.
Mientras estaban de pie cerca del fondo de la sala de baile, estaban siendo observadas por todos los demás presentes. Mientras estaban agarradas de la mano, un montón de confeti y palomas salió de su alrededor. La gente animó y aplaudió mientras Yukari y Rutee les sonreían. Yukari envolvió sus brazos alrededor del cuello de Rutee, mientras que Rutee levantó a Yukari del suelo y la sujetó en sus brazos, caminando lentamente hacia una puerta a unos metros de ellas. Abrió la puerta y la cerró tras ellas.
Mientras el alboroto de la pareja nupcial se fue apaciguando, la gente siguió conversando en el salón de baile principal.
“¡Wow, Magilou! ¡Tu magia ha hecho que el colofón de la boda sea increíble!” dijo Usami Ichika.
“Gracias, gracias~ ¡Sólo tenemos lo mejor de lo mejor en La Troupe de Magilou!” Envolvió su brazo alrededor de la cintura de Ichika y dijo, “Sabes~ Si estás interesada en un organizador de fiestas para tu boda, tengo algunos huecos libres para los próximos meses.”
Ichika se alejó lentamente teniendo una ligera sonrisa mientras se sonrojaba. “Emmm... L-lo agradezco, pero soy un poco joven como para casarme ahora mismo.”
“¿¡Porqué esperar!? ¡Si no te casas pronto, serás una monja vieja con nada que hacer mas que cuidar gatos callejeros!”
En otra mesa, la gente miraba a Magilou intentando persuadir a Ichika para que aceptara su oferta.
“¿Siempre tiene que ser tan atrevida, no?” dijo Hilda Rhambling.
“Jejeje~ Sí. Eso parece,” contestó Veigue Lungberg. “Por cierto Stahn, estoy sorprendido de que Rutee quisiera tener una boda de lesbianas falsa con esa joven.”
Stahn miró a Veigue y respondió con una sonrisa. “Creo que es porque quería ayudar a Annie a terminar su borrador de su historia de romance. Además parecía que le gustaba la idea de llevar un vestido de boda por una vez.”
Mientras hablaban entre ellos, Mileena Weiss fue hacia ellos, sujetando una cámara con ambas manos. “¡Hola a todos~!”
“Hola Mileena, ¿has sacado fotos buenas de la boda?” Veigue le preguntó.
“¡Así es! ¡Creo que a Annie le encantarán las fotos! Seguro que le ayudan con su historia. Y hablando del rey de Roma, ¿habéis visto alguno a Annie en este último rato?”
Stahn, Veigue, y Hilda se quedaron bastante sorprendidos por la pregunta de Mileena.
“No. Pensábamos que em estaba contigo todo el rato.”
Veigue tartamudeó.
“Bueno sí lo estaba, pero me dijo que tenía algo que hacer hace diez minutos… y no ha vuelto.”
“¿Crees que la hayan secuestrado?” Hilda dio un grito ahogado preocupada.
“Con todos los héroes aquí reunidos, los dudo mucho...” Mileena dio una risilla.
“No... No la han secuestrado, eso lo puedo asegurar.” vino una suave voz de una mesa cercana.
Las palabras provenían de un bello hombre joven con pelo corto y rojo, quien estaba sentado en una de las mesas de Pretty Cure. Se había presentado como Kenjou Akira y al parecer era un amigo muy cercano de la otra ‘novia’ del día, Yukari. Sin embargo, cuanto más miraban a este atractivo joven, les vino una gran revelación.
Él estaba con las Pretty Cures. Todas las Pretty Cures son chicas. Sólo permitimos Pretty Cures, no otros invitados. Lo que significa….
Miraron a Akira más minuciosamente, y vieron que sus caderas eran ligeramente más anchas y su nuez era menos pronunciada. Lo que quería decir…. que él era…
Miraron a la mujer algo confusos.
“Disculpe, señorita,” Hilda dio una risilla, “Em… Señor… em… Señorita Akira… ¿verdad? ¿Sabe algo del paradero de su amiga?”
“Sí, bueno, creo que está con Rutee y Yukari ahora mismo.”
“¿Eh?” respondió Stahn. “¿Porqué iba a estar con ellas?”
Akira rió nerviosa y tocaba su mejilla con su dedo índice. “Bueno~… eso también tiene su historia.”
==== @>--- @>--- @>--- @>--- @>--- @>--- @>--- @>--- @>--- @>--- ====
Mientras en la otra habitación, Rutee sujetaba a Yukari mientras se dirigían hacia la cama matrimonial. Ya que no había mucho mobiliario en la habitación, era un camino bastante directo hasta la enorme cama. Mientras dejaba a Yukari en la cama, ambas empezaron a dar risillas a la vez.
“Oh Rutee~ tu sí que sabes llevar a una chica de la forma más romántica.”
Rutee se sonrojó mientras se enderezaba y se puso a los pies de la cama. “G-gracias. No ha sido nada.”
“¡Oh no, querida, ha sido mucho más que eso!” Yukari arrulló mientras movía sus piernas hasta el otro lado de la cama, sentándose correctamente. “Y, debo decir, que serías el ligue perfecto para cualquier hombre – o mujer.”
“Jejeje~ Gracias, Yukari,” Rutee dijo mientras seguía sonrojándose y frotándose la parte de atrás de la cabeza.
Yukari dio unos toques con la mano en el lateral de la cama y guiño un ojo. “¡Ven y siéntate! No muerdo, a no ser que me lo pidas.”
“V-vale.” Rutee se sentó junto a Yukari con sus manos apoyadas firmemente en sus rodillas.
Estuvieron ambas ahí sentadas durante un rato en la silenciosa habitación sin hablarse. Finalmente, Rutee decidió romper el silencio.
“Así queeee~ Supongo que deberíamos cambiarnos con nuestra ropa habitual, no-.”
Antes de que pudiera acabar la frase, Yukari se inclinó hacia la atractiva chica y le dio un buen beso en sus labios de rubí. Rutee fue pillada completamente por sorpresa por el beso. Sus ojos se abrieron y su cara se puso roja como un pimiento mientras su mirada se encontraba con la de Yukari, y sintió como la chica mimaba suavemente su lengua con sus labios.
De repente, Rutee empujó a Yukari y se levantó por completo de la cama.
“¿¡Oh cielos, que pasa querida mía!?” la muchacha de pelo morado dijo inquietada, mirando a Rutee haciéndole un pucherito. “¿No vamos a hacer el ritual ahora?”
“¿Ritual? ¿¡Qué ritual!?”
Yukari parecía sorprendida por la respuesta de Rutee.
“Oh querida… No te lo han dicho...” Yukari suspiró, un adorable fruncido de ceño llenó su cara, mientras miraba a sus pies. “Lo siento, Rutee. Pensaba que lo sabías.”
Rutee se calmó y se acercó a Yukari de nuevo. Puso su mano en su hombro.
“N-no pasa nada, Yukari. ¿Pero que quieres decir con ‘ritual’?”
Rutee se sentó junto a Yukari nuevamente, pero esta vez se miraban la una a la otra.
“Vale... No quiero aburrirte con toda la historia, así que te diré lo que le he dicho a algunas personas de aquí.” Respiró hondo y se explicó. “Rutee… quiero tener un bebé contigo.”
La cara de Rutee se puso roja otra vez. Estaba sumamente confundida por lo que esta chica le acababa de decir.
“¿¡Q-q-qué!? Pero si tú y yo somos chicas. Eso no es posible.”
“Por métodos convencionales, quizá no. Pero como Pretty Cure, puedo hacer un niño con un hombre o una mujer por igual.”
“¿V-vale~? ¿Pero porqué yo?”
“Bueno... En realidad es porque… Akira y yo querríamos tener bebés nuestros.”
Cuanto más hablaba Yukari, menos entendía Rutee su lógica.
“N-no entiendo. Entonces porqué no tienes uno con ella, si puedes….”
“Necesito explicar las cosas un poco más. Verás Rutee, Akira y yo estamos locamente enamoradas la una de la otra. Y llevamos mucho tiempo queriendo tener un bebé. Pero cada vez que hacemos el amor, nunca ha pasado ‘eso’…”
“¿‘Eso’? ¿Qué es el ‘eso’ del que hablas?”
“Es la magia de la fecundación. Cuando una Pretty Cure copula exitosamente con su amante, sucede una brillante luz a su alrededor indicando que la fecundación ha sido un éxito.”
“¿Y entonces porqué si yo tengo sexo contigo funcionaría si no ha servido con Akira-san?”.
“Eso es porque hace mucho tiempo, el Rey Malvado usó a sus secuaces para fecundar a algunas de las Pretty Cures y las convirtió al lado oscuro. Para evitarlo, la Señora del Jardín de la Luz conjuró un poderoso hechizo para proteger a las futuras Pretty Cures de la magia del Rey Malvado.
“¿Y porqué haría eso el hechizo?”
“Supongo que debe de haber sido una medida de seguridad por si acaso una de las guerreras fuera corrompida otra vez por el Rey Malvado. Evitaría a la fuerza que copularan con las otras Pretty Cures.
“Vale... Ahora empiezo a entenderlo todo. ¿Pero porqué yo, Yukari?”
“Nos hemos enterado por nuestras guardianas que la única forma de romper el hechizo es que la Guerrera Pretty Cure copule con un humano. Cuando eso pasa, el hechizo se rompe y la chica puede copular con humanos y otras Pretty Cures.”
Rutee abrió la boca sorprendida, ahora entendiendo por completo la situación de Yukari.
“Así que ahora que sabes el motivo, te pregunto de nuevo...” Yukari puso sus manos sobre las manos de Rutee, lentamente moviéndose más cerca de su cara. “¿Estarías dispuesta a hacer un bebé conmigo?”
Rutee se levantó y caminó un poco alejándose de ella. Cerró sus manos juntas titubeando sobre la petición de Yukari. Era muy tentadora. La chica era tan hermosa, tan adorable….. tan sensual. Y era toda para ella. Pero sintió algo de culpabilidad.
“Bueno... emmm… verás… No se…”
“No pasa nada, Rutee… Lo entiendo.” Yukari suspiró decepcionada, apartando la cabeza de ella lentamente y quedándose un poco sin habla. “Supongo… el sueño mío y de Akira… no debía hacerse realidad…”
Rutee miró a Yukari y vio que estaba llorando un poco, con lágrimas en sus mejillas. Empezó a sentirse fatal por esto.
Rutee respiró hondo y dijo, “De acuerdo... Empecemos con el ritual.”
En apenas segundos, Yukari se lanzó hacia donde estaba Rutee. Rutee se giró y, sin previo aviso, fue besada otra vez por la encantadora señorita. Sintió la lengua de Yukari entrar suavemente en su boca de nuevo. Esta vez, cuando se retiró, un hilo de saliva conectaba sus labios.
“¡Oh gracias, Rutee! Bien, pues no hay tiempo que perder, ¿empezamos?”
Rutee podía ver que los ojos de Yukari estaban completamente secos. Empezó a sentir un poco de enfado salir de ella.
“¿¡Me acabas de engatusar con lágrimas de cocodrilo!?”
“Sí, pero-” Yukari comenzó, quitando la parte superior del vestido de novia de Rutee, causando que Rutee diera un grito ahogado sorprendida al ver sus pechos completamente expuestos. “¿Algún problema con eso?”
“Serás-”
Yukari interrumpió su amenaza moviendo su lengua alrededor de los alegres y expuestos pezones, provocando que su amante diera un grito ahogado por la apasionada y habilidosa lengua haciéndole un échappé por sus bultos rosados. La pequeña y elegante lengua se deslizaba perfectamente, dejando una titilante cascada de mieles bucales por los estremecidos y erectos pezones de Rutee y bajo la carne mamaria rodeándolos. Llegado cierto punto, sus suaves labios empezaron a cerrarse alrededor de las amadas tetas amorosamente, mientras Yukari chupaba cada pecho a intervalos fijos.
Yukari usó su mano libre, y desesperadamente, arrancó el parte inferior del vestido de novia de Rutee. Entonces, le sacó también las braguitas a la chica. Tomó dos de sus dedos y empezó a chuparlos. Una vez que estuvieron bien humedecidos, los insertó en la jugosa ranura de Rutee. Rutee se estremeció y gimió más fuete, sintiendo los dedos de Yukari deslizarse dentro de ella haciendo un vergonzoso sonido de chapoteo. Tan pronto como la chica de pelo morado sintió el punto G de Rutee, empezó a deslizar su dedo ágilmente por el área, asaltándolo suavemente. EL doble sentimiento de que Yukari estuviera masturbándola mientras le chupaba los pezones, puso a Rutee tan caliente, que perdió el control de su cuerpo. Sus piernas estaban temblando de las sensaciones placenteras que la invadían. Su coño estaba empapado tan a fondo, que su cáliz rosado estaba chorreando jugos, los cuales estaban desparramándose en abundancia por la cama. Yukari liberó su boca del pezón de Rutee y admiró el rastro de saliva la cual conectaba sus labios con el pezón de su amante.
Besó la oreja de Rutee y susurró con voz ronca, “Te estás poniendo bien mojada para mí~ Tienes ganas de correrte.”
“Yo-… Yo-” La chica tartamudeó impotentemente.
Yukari entonces empezó a lamerle el cuello mientras continuaba metiéndole los dedos más profundo, conduciendo a la pobre mujer a un tremendo orgasmo explosivo.
Antes de que se corriera Rutee, sin embargo, se las apañó para salir de su trance y empujó a Yukari tumbándola contra la cama. Entonces saltó a la cama y se espatarró encima de ella.
“No me gusta que me tomen el pelo, y ESPECIALMENTE no me gusta que se aprovechen de mí. ¡Así que, si vamos a hacer esto, vamos a hacerlo a mi manera, Princesa!”
Rutee seguía con la cara roja de la excitación, echó la vista abajo hacia los pechos de Yukari. Sus manos hambrientas desgarraron su parte superior del vestido, y empezaron a amasar sus pechos vigorosamente, moviéndolos en círculos. Entonces se inclinó hacia sus carnosas delicias y empezó a chuparlas gentilmente. Su cara se convirtió en una mezcla de frustración sexual y gozo mientras disfrutaba dominantemente del cuerpo de Yukari. Después de un rato, empezó a morder suavemente sus erectos pezones.
Cesó sus acciones y sonrió a su presa, “¿Cómo se siente eso, Princesa?”
Notó que los ojos de la chica estaban cerrados y que estaba gimiendo y lloriqueando suavemente, sin embargo, estaba embelesada por el placer. Rutee estaba algo decepcionada de no haber pillado por sorpresa a Yukari al haber mordido sus pezones tan agresivamente, pero se dio cuanta, de que Yukari era sumisa en secreto – alguien que deseaba que otra chica tomase lo que quisiera, sin miramientos.
Notó que los ojos de la chica estaban cerrados y que estaba gimiendo y lloriqueando suavemente, sin embargo, estaba embelesada por el placer. Rutee estaba algo decepcionada de no haber pillado por sorpresa a Yukari al haber mordido sus pezones tan agresivamente, pero se dio cuanta, de que Yukari era sumisa en secreto – alguien que deseaba que otra chica tomase lo que quisiera, sin miramientos.
“¡Ja! ¡Ahora estamos igualadas!”
Yukari miró a Rutee y le arrulló suavemente. “¡Oh… por favor… sé… sé más gentil!”
“¡Más quisieras!” Rutee sonrió juguetona. “¡Voy a follarte en esta cama tan duro, que no vas a poder caminar durante una semana!”
La cara de Yukari se iluminó más mientras Rutee abría las piernas de su amante, revelando la deslumbrante vaina diamantina, brillando en la luz cual tierra prohibida, pidiéndole que la conquistara.
Se tumbó rápidamente entre las suaves piernas de la chica, deslizando sus manos bajo el amplio y sedoso trasero de Yukari y tiró hacia arriba, y ella bajó. Continuó con este movimiento hasta que sintió sus labios inferiores besarse suavemente.
Rutee soltó un gran gemido mientras su suave ranura se deslizó a través del barranco carnoso de Yukari. Entonces, ella empezó a mover sus caderas hacia abajo, llevando a su amante. Yukari, por su parte, empezó a mover sus caderas hacia arriba también, para aumentar el ratio en el que se frotaban sus coños y clítoris. La chispeante sensación de Yukari moviendo su tren inferior provocó que Rutee pusiera su cuerpo en modo automático. Movía su cuerpo fuertemente en posición de misionaria follando a su sumisa compañera sexual. Ambas no emitían más que gemidos salvajes de pasión y jadeos mientras copulaban en la postura lésbica definitiva sobre su lecho nupcial.
“Y-yukari-” Rutee dijo mientras tomaba aliento. “¿Cómo estás tan mojada cuando ni si quiera… te he tocado previamente?”
“Cariño, querida, mi amada, ya estaba mojada cuando nuestros labios se tocaron por primera vez. Nuestro primer beso fue mi primer orgasmo por ti… pero… te aseguro, que no será el último.”
Rutee se sonrojó al oír su respuesta. No sabía como agradecérselo a la mujer en aquel momento, no le venían las palabras – al igual que su conciencia. Entonces, cambió su agarre de las muñecas a los pechos, manoseándolos con dureza.
“Bueno... ¡No estoy mojada por tu masturbándome! ¡L-lo estoy por tu jugando con mis preciosos lactantes pechos!”
Rutee le sacó la lengua, pero estaba disfrutado de sobremanera este momento, mientras seguía jodiendo a su amante.
“Jejeje~ Estoy bastante.. ah… segura… uffff… mi poderosa señora.” Yukari le sacó la lengua también, sonrojándose y gimiendo de las embestidas que recibía su coño de su mujer dominante.
Ambas chicas mantuvieron las lenguas fuera un ratito más, la baba caía abundantemente mientras sus coños rociaban jugos del giro continuo de las caderas de las chicas y el generoso frote de las labias sin pelo. Yukari levantó un poco la cabeza y frotó suavemente su lengua con la de Rutee, dejando que sus salivas se mezclaran creando un cóctel confuso. Rutee estaba sorprendida de lo salvaje que era, sin embargo esta forma de hacer el amor la estaba calentando todavía más. Su lengua bailaba más apasionada y eróticamente con la lengua de Yukari. Conforme progresaban, sus coños causaban ruidos de chapoteo más fuertes haciendo emanar de sus coños, un chorro de jugos de amor erupcionando de sus hinchados volcanes vaginales.
 (Click para ver la imagen completa)
“¡Y-yukari-chan!”
“¿¡S-sí, querida mía!?”
Rutee intentó sacar palabras, pero todo lo que pudo hacer fue envolver sus brazos alrededor del cuerpo de Yukari y empezó a embestir más y más rápido. Yukari ya sabía lo que iba a decir y la avergonzó también. Arremetieron cada vez más rápido.
Entonces, unas luces brillaron en sus cabezas mientras el gran final se acercaba. De pronto, las dos estaban flotando en el espacio. No había nada a su alrededor; nadie a su alrededor. Existían… y solo ella. Rutee miró fijamente los ojos de Rutee.. y encontró su alma…. el alma de Yukari se abrió para ella.. y su alma inundó la de ella, y se unieron espiritualmente al igual que se unieron físicamente. Mientras sus coños se apretaban juntos en un climático golpe final, la eternidad fluyó sus corazones y cuerpos…. y sus miradas, coños, pechos y almas… se unieron para un tribádico rocío de pasión.
Fuera de su visión, mientras el mundo real volvía, una brillante y titilante cascada de luz apareció junto a los torsos de las amantes. Los chillidos gemelos erupcionaron por la habitación mientras sus vaginas se combinaban en un chorreo orgásmico masivo tributo a su amor. Sus cuerpos se retorcieron y se corrieron durante lo que parecía una eternidad… entonces la calma tras la tormenta. Rutee colapsó encima del gastado cuerpo de Yukari. Se miraron mutuamente, lenguas luchando y compartiendo saliva, mientras jadeaban y les costaba recuperar el aliento.
Rutee estuvo sobre su amante durante un buen rato, con sus pechos y coños aún conectados, saliendo de su droga sexual y preguntándose si podían sentir algo tan celestial de nuevo. Su pecho se seguía agitando del esfuerzo sexual, pero este fue un ejercicio que recordaría para siempre.
Tras un rato, consiguió reunir las fuerzas que necesitaba para levantar su cuerpo de encima de su sumisa compañera. La preocupación surgió al ver a Yukari aún tumbada, jadeando en completa sorpresa con lágrimas cayendo por su cara.
“¿Yukari, estás bien? ¡Lo siento! ¿Te he hecho daño?”
Yukari sonrió gentilmente y suavemente respondió acariciando la mejilla de la mujer con cariño, diciendo “No querida mía… Ha funcionado.”
Rutee aplastó su cuerpo con el suyo otra vez, y se quedaron ahí, jadeando más. Su mundo lésbico fue un paraíso temporal, compuesto únicamente de la vista, olores y sonidos del después y brillo de su copulación. El olor de sus partes envuelto por la culminación de su copulación apasionada, llenaba sus narices. El momento parecía durar una eternidad….
¡¡¡BUM BUM BUM!!!
Sonoras pisadas podían oírse acercarse a la puerta. Sin ni siquiera llamar o entornar el pomo, la puerta salió disparada de las bisagras mientras caía en el suelo.
“¡Rutee! ¡Yukari! ¿¡Estáis bien!?”
Ambas chicas miraron a la puerta completamente horrorizadas y sorprendidas. Vieron a Stahn con cara de preocupación y con su mano junto a su espada.
Yukari se quedó paralizada, mirándole con ojos de sorpresa.
Stahn se quedó impactado, mirando abajo en un intento de comprender con qué se acababa de topar.
Rutee, por el contrario, no estaba tan paralizada. Su cara se puso en carne viva de la furia; con un chillido, se fue hacia el hombre y le dio un puñetazo en el estómago, dejándolo sin aliento.
“FUERA-” Su mano derecha sujetando la cara de Stahn mientras usaba la izquierda para cubrir sus pechos expuestos. “DE AQUIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!”
Con un gran empujón, estampó a Stahn fuera de la habitación y agarró la puerta lanzándola al pasillo rápidamente.
La cara de Rutee mostraba ira y vergüenza al Stahn haberlas visto a ella y a Yukari desnudas juntas.
“¡MALDITO MIRÓN!”
Entonces oyó otro toque en su puerta. “¿¡QUÉ!?”
“Em, Rutee, ¿podemos entrar?” respondió una voz más femenina.
Reconoció la voz. Era Claire Bennet esta vez.
“¡Un segundo, Claire!” Rutee suspiró mientras volvía corriendo hacia la cama.
Yukari, sin embargo, se salió de la cama y ofreció a Rutee una de las sábanas mientras ella se envolvía con otra, atando un nudo cerca de su omóplato izquierdo. Haciendo lo mismo, Rutee volvió a la puerta y la entreabrió suavemente. Entonces vio a Claire cerca de la puerta frontal. También vio a Veigue y a Mileena ayudando a Stahn a levantarse detrás de ella. Veigue estaba intentando ocultar su sonrisilla, fallando en el intento.
“Lo sentimos por entrar sin avisar. ¡Vimos esa luz brillante y estábamos preocupados de que alguien estuviera usando esa oportunidad para atacaros!”
“N-no pasa nada Claire. Estaba – distraída – y no podía pensar con claridad. Jejeje~”
Mientras Rutee reía suavemente, ella y Claire se apartaron para que Akira pudiera pasar. Caminó rápidamente hacia Yukari, poniendo sus brazos alrededor de los hombros de la chica.
“¿Estás bien, querida?”
“Sí, estoy bien. Gracias por preocuparte, Akira.”
“¿Segura? Parecía que estabas llorando.”
Yukari se retiró las lágrimas de la cara rápidamente y miró a su amante de nuevo. “Sí estaba llorando, pero no de tristeza… Papá.
“Papá-… Espera...” Akira puso sus manos en sus hombros. “Yukari… ¿es eso cierto?”
Yukari asintió felizmente con la cabeza. “¡Sí! ¡Estoy embarazada!”
“¿¿¡¡QUÉ!!??” Los demás hombres y mujeres gritaron a Akira y a Yukari.
“¡Esperad todos un momento! Dejadme explicar lo que ha pasado.” Rutee dijo al grupo.
“No pasa nada. Sabemos la situación.” Hila sonrió con sabiduría.
Rutee estaba sorprendida al oírle decir eso.
“¿¡Lo sabéis!? ¿Cómo?”
“Akira nos lo ha dicho. Así que está todo bien.”
“Oh..” Rutee simplemente se sonrojó y miró a Yukari y Akira mientras las dos estaban agarrándose muy juntas. Sintió alegría por ellas, pero también algo de tristeza… y un pelín de arrepentimiento y envidia.
“No es por arruinar el momento, ¿pero sabéis dónde está Annie?” Veigue preguntó a Rutee.
“¿Annie? Em, no. Al menos te puedo decir que aquí no está.”
“En realidad...” Yukari dijo temblorosa como de costumbre. “Puede que te equivoques en eso.”
Ella miró a Yukari con cara de confusión. La pelimorada dio una risilla y apuntó hacia el suelo debajo de la cama. Rutee se puso en el suelo y miró bajo la cama. Estaba sorprendida de ver a la sonrojada, casi en coma Annie bajo la cama.
“¡¡¡¡Por DIOS!!!!” Rutee grito en alto. “¡Que LECHES!”
Ella, Claire, y Veigue levantaron lentamente un extremo de la cama, la última riendo ante lo absurdo de la escena. Las tres amigas miraron abajo y vieron que Annie tenía la cara roja como un tomate y sus ojos daban vuelta.
“¿¡Annie, estás bien!?” Veigue le preguntó.
La chica parecía recobrar el sentido poco a poco y rodó a un lado y se puso en pie, intentando mantenerse plantada mareada. Tenía la cara sudada y todo su cuerpo temblaba.
“S-s-s-sí... E-e-estoy bien…”
“¿Segura?”
Annie simplemente asintió a la pregunta de Claire mientras Mileena se unía a ellas.
“¿Necesitas sentarte un rato?”
“¡N-no! Yo... preferiría estar de pie… dónde me dé el aire.”
Yukari sonrió de oreja a oreja y dijo, “¿Tienes suficiente material para tu... obra maestra lésbica? ¿Necesitas más… ejemplos?”
Annie agitó la cabeza con fuerza... esperando que nadie notase el líquido que caía por sus piernas. “Es.. es suficiente. ¡Sólo tengo que.. em.. mirar las fotos de Mileena… y con eso… eso debería bastar!”
Mientras Annie era escoltada fuera por Mileena, Hilda dijo, “Nos iremos de la habitación para que tú y Yukari os podáis poner vuestra ropa habitual.”
“Vale. ¡Gracias!”
“Y Stahn y yo discutiremos el coste de los daños con el dueño del local!” Veigue dijo con una sonrisa, mientras le daba unas palmaditas en la espalda al joven mientras se lo llevaba fuera del lugar.
Cuando la mayoría de gente se había ido, Akira se quedó detrás. Fue hacia Rutee e hizo una reverencia ante ella.
“Muchas gracias por hacer esto por nosotras, Rutee. No sabes cuanto significa… para ambas.”
Rutee sonrió viendo a Akira mostrándole su gratitud. “¡De nada, Akira! Aunque… tengo un… pequeño favor que pediros a ti y a Yukari…”
Ambas la miraron, esperando su pregunta. Rutee se agitaba nerviosamente.
“¿De qué se trata?” Yukari preguntó al fin.
Rutee tragó saliva y cerró las manos juntas. Respiró profundamente y dijo, “En el futuro… después de que tengas a tu hijo Yukari, ¿podría conocerle o conocerla algún día?”
Yukari camino hasta Rutee sin decir palabra alguna. Cerró las manos alrededor de las de Rutee con una gran sonrisa en la cara.
“¡Por supuesto! Quiero que mi primer nacido, además de mis futuros hijos con Akira, sepan de la mujer que nos dio esta bendición. Ah y em, una cosa más, Rutee-chan…”
“¿Eh? ¿Qué pasa?”
“Si encuentras una chica con la que casarte de verdad algún día, estaríamos encantadas de devolverte el favor que nos has hecho hoy.”
Rutee se sonrojó por la oferta y sonrió en deleitosos pensamientos, haciendo una reverencia ante Akira y Yukari. “Gracias…. A las dos. Hasta entonces…”
- ¿EL FIN? -
|