Nuestra historia empieza en la isla de Okinawa.
Estaba a punto de anochecer y los distritos nocturnos estaban abriendo. Nuestras heroínas estaban en un bar de la zona cerca de la playa. Dicho bar estaba bien mantenido. Podía acomodar hasta cincuenta clientes más o menos. La pega más grande que tenía esa que servía sólo a parejas recién casadas. Tenía una pista de baile lo suficientemente grande como para que la pareja y sus amigos pudieran bailar. Sin embargo…. El bar estaba completamente reservado para dos comensales esa noche.
Juli estaba en el bar dando unos sorbos a un Umeshu mientras esperaba que volviera su recién casada esposa del vestuario. Llevaba un bikini negro y estaba cerca de la barra junto a un cartel que decía “Feliz Vida de Casadas, Juli y Ochako.”
La barista se acercó a ella y le dijo, “Ey, Hermana, veo que te estás tomando tu tiempo con esa bebida.”
“Jeje, sí. No quiero ponerme muy ebria hasta que vea a mi esposa en su nuevo traje.”
“Entiendo. ¿Y cuándo os casasteis?”
“La semana pasada. Vinimos a Okinawa para que mi chica pudiera tomarse un respiro.”
“Eso está bien. Habéis reservado el lugar adecuado. Y hablando de la reina de Roma~”
Juli miró donde la barista estaba mirando. Entonces la mirada de Juli se iluminó. Vio a Ochako saliendo de la esquina del edificio llevando un seductivo traje de conejita rosa. Tenía orejas de conejo sobre su cabeza y lo que parecía ser la cola de un conejo saliendo de detrás de su traje. Juli se relamió al ver a Ochako caminar hacia ella.
De repente sintió algo golpear su brazo. Era la barista entregándole una pequeña caja envuelta.
“¿Qué es esto?” preguntó.
“Tu mujer me pidió que te diera esto antes.” la barista sonrió.
Justo cuando Juli estaba a punto de abrirla, oyó a Ochako gritar, “¡NO LA ABRAS!”
Juli saltó del asiento al oírla gritarle.
Ochako se sonrojó y dijo, “L-lo siento. Sólo quería que no abras tu regalo…. aún…”
Juli sonrió al ver que Ochako parecía un poco avergonzada al sonrojarse.
“No te preocupes. No lo abriré hasta que tú me digas.”
“Gracias, Juli,” dijo Ochako mientras le sonreía. Ella se sentó junto a Juli en la barra con las manos juntas.
Juli se frotó los dedos contra la piel diciendo, “Te ves espectacular esta noche, Ochaco.”
Se inclinó hacia su cuello y empezó a olisquear el dulce perfume que Ochaco llevaba. Incluso dio mordisquitos juguetones a su cuello mientras rodeaba su cintura con el brazo.
“¡J-juli~!” Ochako se tapó la boca. Echó un vistazo y vio a la barista preparando una bebida, silbando obviamente. Bajó la voz para hablarle sólo a Juli.
“Todavía no. No quiero generar público.”
Juli la miró a la cara y sonrió seductivamente. “Owww~… Deja que miren.”
Ella volvió y empezó a besarle el cuello un poco más. Juli usó su otra mano para acariciar los pechos de Ochako mientras intentaba meterle mano por el traje para jugar con sus pezones. Entonces sintió sus manos ser sujetadas por su amante evitando que Juli subiera el tono más.
“P-por favor, no, querida.”
“Vale, cariño.” La besó en la mejilla y se sentó en su taburete de nuevo, como una buena niña, excepto porque sonreía de oreja a oreja.
Ochako seguía sonrojada y parecía aún nerviosa.
“¿Ochako, que pasa~? ¿Qué te hace estar tan nerviosa?”
Ochako miró a Juli y respondió, “¡Oh! N-nada. Es sólo….” Miró a la barra y sonrió de nuevo y volvió a sonreír un poco. “No me puedo creer que estemos casadas. Parece que fue ayer que os veía a ti y a tu amiga como enemigas. Pero tras pasar un tiempo juntas….”
Se giró hacia Juli y le enseñó el anillo de boda que compraron, con una gran sonrisa en la cara.
“Y aquí estamos. Parece demasiado bueno para ser real. Como si fuera un sueño.”
Juli le sonrió y suavemente agarró la mano de Ochako con su mano que tenía el anillo a juego puesto. “Oh créeme, querida. Esto no es ningún sueño. Y te lo puedo demostrar.”
Acercó su mano a su cara. Juli abrió su boca y empezó a chupar suavemente los dedos de Ochako. Movió su cabeza adelante y atrás como si chupara un pequeño dildo. Abrió su boca y comenzó a usar su lengua para lamer cada uno de sus húmedos dedos. Ochako no retiró la mano porque sabía lo cachonda que había estado Juli. Al fin y al cabo, no habían tenido sexo en todo el día. Se sonrojó y dio una risilla mientras Juli le hacía cosquillas en la mano.
“Emm. Disculpadme señoritas.”
Juli y Ochako se giraron y vieron que la barista las estaba viendo. Puso su mano detrás suya y su cara estaba poniéndose más roja.
“Me han dicho que le pase esto a usted, señorita.”
Le entregó a Ochako un vasito lleno de un líquido con un aroma dulce. También tenía una cereza encima flotando con el hielo.
“¿Qué es esto?”
“Es un Shirley Temple,” Juli dijo. “Lo he pedido para ti pero que sólo lo preparara cuando tú salieras.”
“¡Oh! Emmm... vale, ¡gracias!”
La barista sonrió y asintió mientras se alejaba.
Ochako se inclinó hacia Juli y susurró, “¡Juli! Sabes que las normas de mi academia dicen que no puedo beber alcohol.”
“Jolín, es tu luna de miel, cariño...”
“Ya... pero…”
“De todas formas, no te preocupes. El Shirley Temple es una bebida sin alcohol.”
“¡Oh! ¡Ya veo! Yo… no lo sabía.
Juli dio una risilla y le dio a su amante otro beso en la mejilla.
Ochako sujetó la bebida y le dio un sorbo. Sus ojos se iluminaron cuando la azucarada bebida tocó su lengua. Bajó lentamente el vaso y dio un grito ahogado, “¡Wow~! ¡Está muy bueno!”
“Sabía que te gustaría,” Juli soltó una carcajada mientras ella continuaba sorbiendo su Umeshu.
Ochako continuó bebiendo su Shirley Temple hasta casi acabarlo. Sintió cómo la cereza entró en su boca. Miraba con frecuencia a Juli y sonreía.
“Ey Juli-“
Juli giró su cabeza hacia la voz murmurada de Ochako. La joven chica puso una gran sonrisa y escupió la cereza, mientras mordía el tallo para evitar que cayera. Cerró los ojos y dio una risilla porque era como si le sacara la lengua a Juli. De repente, sus ojos se abrieron mientras Juli se inclinó rápidamente y abrazó los labios Ochako con los suyos. Durante un rato, se miraron con deseo a los ojos, hasta que Juli retrocedió, sonriendo seductivamente.
Fue entonces cuando Ochako se dio cuenta que Juli le había quitado la cereza. Miro abajo y notó que solo tenía el tallo en la boca.
“Gracias por el regalo, querida,” Juli dijo mientras masticaba lentamente la cereza.
“¡Ey, no es justo!” Ochako dijo juguetonamente, “¡Me has quitado mi cereza, cariño!”
“Jejeje~ Y no será la última cosa que te voy a quitar esta noche.” Juli guiñó un ojo y el corazón de Ochako se puso a mil.
“Sea como sea, ¿hay algún otro regalo que quieras darme esta noche, Ochako?”
“Bueno~…. Tengo uno más.”
Juli subió la ceja de la curiosidad. “¿Ohhh~?”
“Señorita Uraraka...”
Ambas chicas se giraron y miraron a la barista de nuevo, quien estaba en el otro lado del bar de nuevo.
“Todo ha sido preparado como solicitó. Hágamelo saber cuando desee empezar.”
“¡OOO! ¡Gracias! A-ahora... estaría bien.” La joven balbuceó.
“Que así sea.” La barista sonrió al pulsar unos botones en el panel de control cercano. Entonces se dirigió a la puerta que estaba tras ella, la abrió, y luego la cerró. Juli estaba un poco confusa sobre lo que estaba pasando, pero tenía el presentimiento de que el regalo final que Ochako mencionó.
“Vaya~ ¿Que tienes planeado, mi señorita?”
“Ya verás, Juli,” la sonrojada esposa replicó, sonriéndole con los ojos cerrados.
De repente, los altavoces del bar se encendieron. El sonido de audio rasgado se oía al principio, seguido por música que empezaba a alejarse. Juli escuchó la base de percusión primero y pronto, un saxofón siendo tocado. A Juli se le iluminó la cara porque sabía que estaba sonando – “Careless Whisper”.
I feel so unsure
As I take your hand and lead you to the dance floor
As the music dies, something in your eyes
Calls to mind a silver screen
And all its sad good-byes
uli no podía evitar empezar a dar risillas mientras escuchaba la canción. “Oh cielos. Eres una auténtica romanticona, querida.”
“¿Q-qué quieres decir?”
“¿Poner ‘Careless Whisper’, en tu luna de miel, en un bar? Parece sacado de una peli de amor sentimentaloide. Y la letra, bueno…”
Now I'm never gonna dance again
Guilty feet have got no rhythm
Though it's easy to pretend
I know you're not a fool
Mientras Juli seguía riendo bajo, la cara de Ochako se estaba poniendo roja al sentirse algo avergonzada. Entonces sintió la mano de Juli gentilmente agarrar la suya.
“Pero me encanta tu regalo, querida,” Juli dijo mientras sonreía; contemplando los ojos de Ochako.
Juli dejó su bebida en la barra y se levantó del taburete. Se acercó a Ochako y le preguntó, “Hey, encanto, ¿te parece si bailamos?”
Ochako puso una gran sonrisa y respondió, “¡Sí! ¡Me ENCANTARÍA!”
Ella dejó su bebida y fue hacia Juli, sus manos se agarraban fuertemente, mientras iban hasta el centro de la vacía pista de baile.
Juli tiró gentilmente de Ochako frente a sí. Puso una mano en la cadera de Ochako, la otra sujetaba la pequeña mano de la chica. Ochako puso su brazo en el hombro de Juli y comenzaron a bailar lentamente al son de su canción de noche de bodas. Mientras bailaban, no podían parar de mirarse a los ojos. Mientras contemplaban la mirada de la otra, vieron sus almas – y en ese momento, vieron la eternidad. En ese momento, el mundo no existía – excepto aquellas dos chicas enamoradas.
Después de un rato – y unas pocas canciones románticas más – pasara, Juli liberó lentamente su mano de la de Ochako además de soltar la mano de sus caderas. Ochako estaba un poco confundida por la acción de Juli. Juli miró por el bar para asegurarse de que no había nadie. Puso una sonrisa seductiva y miró a Ochako.
“Querida…. Creo que estarías más cómoda-” Puso sus manos en los pechos de Ochako y agarró fuertemente su traje de conejita. “¡sin ESTO!”
Bajó son fuerza el traje de su novia. Los pechos de Ochako salieron rebotando. Dio un gritito al haber sido tomada desprevenida por los repentinos avances de Juli. Juli se arrodilló un poco y empezó a mover su lengua gentilmente en el pezón de Ochako. Con un poco de saliva en su lengua, pudo poner los rosados pezoncillos duros. Ciertamente, los pezones de Ochako estaban duros como una piedra y brillando bajo la luz de la luna. Juli deslizó su boca lentamente y comenzó a chupar el otro pezón. Incluso mordisqueó un poco el pezón engullido y tiró gentilmente con sus dientes. Ochako gimió pero se tapó la boca para evitar que la oyeran.
Entonces Juli empezó a besar su barriga y continuó bajando su traje. Ochako quería detenerla, pero sabía bien lo cachondas que estaban y no pudo reunir la fuerza de voluntad para pararla. Mientras Juli le sacaba el vestido a su esposa, sonrió lobunamente al darse cuenta de que la pequeña fulana no llevaba braguitas. Sin embargo, otra cosa le llamó aún más la atención – podía ver un pequeño objeto peludo en el otro lado del cuerpo de Ochako.
Después de que el traje de conejita cayera al suelo, se levantó rápidamente y agarró el culo de Ochako. Vio que la cola de conejo no era parte del traje. Empezó a dar risillas al poner las piezas en su sitio pensando en porqué Ochako había tardado tanto en salir con su traje de conejita en primer lugar.
“Oh encanto, ¿te has puesto un plug anal de cola de conejo en tu jugoso y chocolateado agujero?”
Juli miró a Ochako y vio que se había quedado sin habla. Lo mejor que la sonrojada esposa pudo hacer fue asentir rápidamente a su pregunta con la cabeza. Juli se levantó de nuevo y agarró la mano izquierda de Ochako con su mano derecha. Levantó la pierna derecha de Ochako y se agarró a sus muslos. Ochako miró dócilmente a Juli, aún con la cara roja.
“Te quiero.” Juli susurró roncamente mientras se inclinaba a la cabeza de la chica y empezó a deslizar su lengua en la boca de la chica.
Ochako estaba abrumada por el beso de su amante. Cerró los ojos y envolvió su brazo alrededor del cuello de Juli. Se acariciaron tímidamente la una a la otra mientras la canción, ‘Unchained Melody’ empezó a salir de los altavoces del bar.
Juli movió su mano cerca de los labios vaginales de Ochako y su culo. Se echó un poco atrás, mirando a la cara de la chica para medir su reacción. Ochako se apartó de los labios de Juli y empezó a gemir. Juli sólo sonrió mientras miraba a los ojos de su amante y gentilmente hizo bailar sus dedos cada vez más cerca de la florecilla y la apretada puerta trasera de Ochako. Gentil pero firme, metió suavemente sus dedos corazón y anular dentro y fuera de los maravillosos labios inferiores de su esposa. Entonces Juli deslizó su índice firmemente a lo largo de la adorable raja y lentamente adentro de los confines prohibidos del cohcoagujero de Ochako, el apretado recto dando un hueco individual para que se apretara en sus profundidades vírgenes.
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Ochako se sujetó firmemente a Juli mientras seguí jadeando y gimiendo sintiendo la excitación de su aventura sexual apoderándose de su cuerpo. Juli podía sentir los jugos de su pequeña esposa salir lentamente conforme sus jugos empezar a caer por su muslo. Ochako jadeaba más y más.
Entonces ella dijo, “J-juli…. Me voy a corre-”
Si embargo, antes de que pudiera acabar, la canción que estaba sonando se acabó.
Juli decidió jugar con ella un poco y sacó sus dedos de sus partes íntimas. Suavemente bajó sus piernas y besó los labios de su esposa.
“Una pena. Si tan solo la canción hubiera durado un poquito más, podría haberte hecho llegar al clímax. Pues nada~”
Soltó la mano de Ochako y se fue hacia el bar. Ochako estaba completamente impactada por la frase de Juli. Fue corriendo hacia Juli y la abrazó fuertemente desde atrás.
“¡P-por favor no pares! ¡Estaba a punto!”
“R-relaja, esposa-chan. Sabía que estabas cachonda pero no sabía que actuarías así cuando te bloquearan.”
Ochako enterró su cara en la espalda de Juli y dijo contundentemente, “Que mala eres, Juli. Por favor....”
Entonces Juli empezó a sentirse mal por haberle hecho esa jugarreta Ochako. Ero obvio que Ochako lo necesitaba con ganas… y después de todo, era su noche de bodas.
“Ey, ey~ Lo siento, querida.” Se giró y la miró. “Estoy muy arrepentida de haber jugado contigo así…. ¿Cómo puedo compensártelo, encanto?”
Ochako se aguantaba las lágrimas.
Se frotó los ojos y dijo, “Bueno….” Miró al regalo que le dio a Juli. Puso sus índices juntos y dijo, “¿Podrías abrir tu regalo final?”
“¡Oh claro!” Juli caminó hacia la caja pequeña. Abrió la tapa y se quedó impactada de lo que vio.
En la caja habían unas orejas de gato y debajo un vibrador negro de tamaño medio. Sacó las orejas de gato y se las puso en la cabeza. Juli pilló el dildo y se giró para mirar a Ochako.
“¡Miau~!” Dijo juguetonamente mientras enrollaba sus manos y daba arañazos en el aire en dirección a Ochako.
Ochako sonrió y se sonrojó mientras apartó al suelo la mirada ligeramente. Entonces de la nada, oyeron sonidos de audio desgarrado saliendo de los altavoces otra vez. Entonces escucharon el sonido de unos tambores y una guitarra eléctrica tocando una melodía Funky. En unos segundos el sonido de las trompetas se añadió a la canción.
Ocjako puso sus manos en su boca porque sabía que canción era perfectamente. Era el tema “Bad Girl” de Donna Summer.
“¡Oh no! ¡Yo no le había pedido que pusiera esta! Esta hace que Juli se ponga-”
Era demasiado tarde. Ochako sintió los pechos de Juli presionados contra su espalda. Se giró y vio a Juli lamiendo la punta del dildo.
“…de humor…”
Ochako tragó saliva y empezó a temblar de la expectación. Juli no dijo nada todavía. Se tumbó en el suelo pasando sus piernas por debajo de las de Ochako. Juli se puso en posición de tal forma que su cara estaba justo debajo de su coño. Podía sentir los jugos de su amante bajar hasta sus mejillas y labios.
Sonrió y murmuró, “Vale... mi pequeña minina… Ponte a cuatro.”
“V-vale.” Se arrodilló obedientemente y puso su cara cerca de la parte de abajo del bikini de Juli. Ella empezó a chupar el dildo viendo los labios inferiores de Ochako acercarse a su cara. Abrió la boca sabiendo que el dildo estaba bien lubricado con su saliva. Juli empezó a usar el dildo para seguir la forma de los labios inferiores de Ochako.
“Encanto... Voy a quitarte la virginidad…. ¿Estás lista?”
Sin demorarse un segundo, oyó a su amada cónyuge decir, “…Sí. Reclama lo que es tuyo. ¡Tómalo… y poséeme!”
Juli sonrió y dijo, “Vale~ voy a penetrarte lentamente hasta que el dildo haya entrado en ti hasta la mitad. Entonces, voy a contar hasta tres voy a meter el dildo rápidamente dentro de ti para reclamar tu virginidad.”
Esto es lo que habían discutido durante las últimas semanas sobre cómo iba Juli a romper el himen de Ochako... y así es como pidió la chica que se hiciera.
“H... Hazlo. ¡Quiero ser tuya!”
Juli gentilmente empujó la punta del dildo hacia el canal vaginal de Ochako. Lentamente lo empujaba adelante y arriba.
Ochako estaba jadeando profundamente durante este rato. Poniéndose más cachonda por la preparación, apartó el bikini de Juli y vio su precioso coño. Sacó su lengua y empezó a dar vueltas con ella al ya muy erecto clítoris. Juli dio un grito ahogado de las impactantes sensaciones que le daba Ochako. Sonrió y empezó a jadear ella también. Cuando el dildo se metió hasta la mitad dentro de Ochako, paró.
“V-vale querida. Voy a empujarlo del todo ahora. ¿L-lista?”
“¡Mmmhmmm~!” Ochako respondió mientras empezó a chupar el clítoris de Juli.
“Vale... una… dos…. ¡TRES!”
Con un súbito empujón, Juli introdujo el dildo hasta el fondo del potorra virgen de Ochako. La sumisa chica sintió un poco de dolor en su abdomen.
“¡Auu~! AHhhhhhhHHHhhh...”
“L-lo s-siento querida. ¿Estás bien?” Se congeló durante unos segundos, intentado esperar para que se le fuera el dolor. Juli notó que le salía un poco de sangre, pero no mucha.
“S-sí... Estoy bien. Sólo.. sólo ve despacio por ahora, vale esposo?”
“Lo haré, mi esposa.”
Juli sacó gentilmente el dildo revelando un poco de sangre en la parte superior del dildo. Lo introdujo gentilmente hasta el fondo. Ochako cerró los puños pero el dolor era menor ahora. Después de unas pocas veces más de que Juli empujara el dildo dentro y fuera de Ochako, el dolor desapareció por completo. Ochako gemía de placer esta vez. Volvió a seguir comiéndole el badajo de Juli.
Juli empezó a gemir ella también y subió el ritmo con el que el dildo entraba y salía de Ochako. Puso su brazo cerca de su cadera y se agarró al plug anal de cola de conejo qu tenía Ochako insertado. Emepezó a sacarlo y se inclinó para lamer su clítoris en el proceso. Ochako estaba jadeando más y más fuerte sintiendo a la lenga de su amante y al sentir cómo jugaba con ambos agujeros. Entonces usó una mano para separar los labios vaginales de Juli, y usó su otra mano para empezar a masturbarla. Ochako también comenzó a mover su lengua contra su clítoris.
Conforme se acercaba el final de la canción, Ochako gritó agudamente, “¡J-Juli! ¡Me corro!”
“¡Yo también!” llegó la respuesta de su amante.
Empezaron a subir el ritmo con sus manos y bocas. En sólo unos segundos ambas gritaron mientras experimentaban un enorme orgasmo. Juli se corrió por toda la pista de baile. Todo mientras Ochako se corrió por la cara de Juli. No podía seguir mantener sus piernas y cayó lentamente encima del cuerpo de Juli.
Ambas chicas jadeaban intentando recuperar el aliento. Ellas besaron el coño de su amante, mientras Juli sacó del dildo de Ochako.
Amabas se relajaron durante unos minutos de silencio en el suelo. Sonreían ya que ambas estaban contentas con el resultado.
De repente la puerta dónde se metió la barista se abrió. Empezó a caminar hasta dónde estaban las chicas originalmente. Vio que ambas chicas estaban tumbadas en la pista de baile.
“Vaya~ parece que las dos os lo habéis pasado bastante bien.”
Las dos chicas miraron al bar y vieron a la barista sentada con una sonrisa de marisabidilla. Ambas dieron un grito ahogado y se levantaron rápidamente. Ochako estaba avergonzada ya que estaba completamente desnuda, mientras que Juli sólo tenía que poner la parte de debajo de su bikini de vuelta a su sitio.
“Oh no os preocupéis. No os juzgo por lo que habéis hecho.”
“¿Em... E… e… stás segura de eso?” Ochako tartamudeó vergonzosamente mientras le costaba cubrirse los pechos y su jugosa concha de amor con sus manos y brazos.
“¡No os preocupéis! Joder si he visto muchas otras cosas pasar en este bar. Lo que habéis hecho era bastante comedido. La semana pasada, yo y otras chicas empleadas tuvimos que hacernos cargo de una enorme fiesta de orgía nupcial. ¡Dios! Esa gente estaba mazo cachonda. Nos llevó tres horas limpiar todo el desastre que montó esa chica llamada Kirara con sus tres mujeres.”
La barista se rio en alto hablando de la historia. Entonces se agachó y abrió un cajón del gabinete, que contenía varias toallas blancas gigantes. Agarró una y se la lanzó a Juli.
“¡Pilla!”
Juli la agarró rápidamente y se la dio suavemente a Ochako, quien se envolvió rápidamente con ella.
“Bueno, si queréis más tiempo a solas, me puedo ir otra vez a la otra habitación.”
Juli tenía ganas pero un vistazo rápido a Ochako le dijo que su esposa ya había tenido suficiente por esa noche.
Le sonrió y agitó la cabeza, “Gracias, pero volveremos a nuestra habitación de hotel para echarnos una siestecilla.”
“¿Segura? Habéis reservado el bar entero para vosotras. Nadie más va a venir.”
“Lo agradezco, pero… estamos muy cansadas y la madre de mis futuros hijos necesita un descanso.”
La barista dio una risilla por la respuesta final de Juli. “Entendido. Avisaré a mi jefa que os habéis ido antes para que os devuelvan a ti y a tu esposa el dinero proporcional al tiempo que no habéis gastado.
“¿Estás segura?”
“Desde luego. Además, tenemos una lista de gente que espera a que otros cancelen su reserva para ciertas horas.”
“Entendido. ¡Muchas gracias!”
“¡Sí, gracias!” le dijo también Ochako.
“Sin problemas. Usad el vestidor, y cuando acabéis decídmelo.”
Tanto Juli como Ochako asintieron a la barista. Juli recogió el traje de conejita de Ochako y ambas se dirigieron al pasillo trasero. Juli se detuvo y Ochako la mira.
“¡Oh! Casi se me olvida.”
“¿El qué?”
Juli se inclinó y besó a Ochako en los labios. Se alejó, dejando un filo hilillo plateado de saliva conectando sus labios, como una lésbica telaraña.
“Gracias por los regalos de boda, querida mía.”
Ochako dio una risilla y sonrió. “De nada.”
La pequeña chica envolvió sus brazos alrededor de su brazo fuete. “Me alegro de que te hayan gustado.”
- FIN -
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