La habitación parecía futurista con grandes ordenadores centrales en el lateral. Una enorme pieza aparentemente de metal con forma de semicírculo tomaba el protagonismo de la habitación con mangueras y cables saliendo de ella.
Fong Ling miraba a la pieza junto con una figura sombría que estaba frente a ella. Era difícil para ella verla del todo debido a que las luces eran tenues y la atmósfera tenía lo que parecía ser una especie de niebla. La niebla dejaba ver a través de ella, pero los detalles de muchas de las sombras eran complicados de captar para Ling. PODÍA ver una figura sujetando a unas preciosas chicas inocentes como prisioneras con la ayuda de sus esbirros y aliados.
“¿¡Qué estás haciendo!?”
Ling se quedó sorprendida al escuchar una voz familiar. Se giró a su izquierda y vio a su aliada, Regina, luciendo su pelo rojo natural y vestida con su equipamiento militar táctico especial.
Ling volvió a enfocarse a la sombría figura, escuchando una voz femenina soltar carcajadas.
“Oh venga, ¿Qué ha sido de decir ‘por favor’? ¿Qué ha muerto la cortesía con esta generación?”
“Eso es ver la paja en ojo ajeno. Viniendo de alguien como tú.”
Ling estaba sorprendida de escuchar otra voz familiar de nuevo. Miró a una persona alejada de ella, y vio a un hombre vestido con unos molones chaqueta y pantalones de rojo y negro.
“¿Reiji?”
Mientras Ling hablaba, sintió como si las palabras que intentaba decir no pudieran salir. Mirando a su alrededor, vio un montón de caras familiares. La mitad eran masculinas y la otra mitad femeninas. Intentó decir sus nombres, pero no importaba cuantas veces lo intentaba que el resultado era el mismo. Fueron nombrados en voz alta, pero sin efecto alguno – nadie parecía poder escucharla. Miró atrás de nuevo a la sombría figura, descubrió que gradualmente era capaz de ver los colores de su cuerpo con más claridad conforme pasaban los minutos.
“Chico, tu comportamiento no ha cambiado mucho. Y yo que pensaba que me ibas a ayudar con lo de la rigurosidad de los modales y esas cosas. Pues nada.”
“Hhmph. Basta de cháchara. ¿Qué planeas hacerle a estas chicas?”
“¿Oh estas bellezas?”
La sombría figura tenía a una de las chicas arrodillada junto a ella. La chica parecía una princesa llevando unos ropajes caros de seda rosa. Estaba nerviosa y medio asustada por la situación. La figura movió sus manos por el pelo de la princesa, muy para la molestia de la princesa.
“Bueno iba a probar un pequeño experimento y ver si vendríais a salvarlas. Y mi plan parece haber funcionado.”
“¿Qué intentas hacer? ¿Grabar una peli porno de serie B o algo?”
Ling se giró y vio salir la frase de una persona que conocía; Bruce McGivern. Aunque suspiró sabiendo que él daría una respuesta sugestiva como esa.
“¡Oh vaya~!” La figura puso su mano sobre su boca en una consternación burlesca.
Aunque Ling no podía verla por completo, también vislumbró algo en la otra mano de la sombría mujer.
“Hmmmmm… Sabes, ¡esa no es mala idea! Ya que mis compañeros de equipo están aquí con las otras chicas podríamos, quizá…”
Se arrodilló junto a la princesa. Su cara se acercó mucho mientras miraba a la princesa a los ojos.
“¡Podríamos violar a estas bonitas princesas, y daros un buen espectáculo para subir a internet! ¿Qué me decís?”
De pronto una persona del grupo de Ling corrió hacia la sombría persona toda velocidad. Ling reconoció a la persona siendo Xiaomu por su largo pelo rubio y erótico vestido chino.
“¡No! ¡NO les tocarás ni un pelo a estas chicas! ¡Esto acaba ahora!”
Ling vio a Xiaomu flexionar sus rodillas y saltar alto para cerrar la distancia entre ella y la sombría figura. Movió su bastón hacia abajo mientras descendía hacia su objetivo.
“¡¡¡¡SAYA!!!!” La expresión de Ling cambió al ahora la niebla y las luces mostraban expuesta al objetivo de Xiaomu. Lentamente empezó a entender del todo lo que estaba a punto de pasar a continuación.
“¡No, Xiaomu! ¡No lo-!”
Saya sonrió mientras Xiaomu se acercaba a ella. Ling pudo ahora ver claramente el detonador remoto que Saya tenía en la otra mano.
“¡Demasiado tarde, nenis!” Saya rió alocadamente mientras su pulgar pulsaba el botón rojo del detonador, tras lo cual, un sonoro click fue escuchado por todos.
.
.
.
“¡¡¡¡AGH!!!!”
Ling se abalanzó hacia arriba. Jadeaba intensamente, intentando controlar tanto a ella misma cómo la situación. Mirando a su alrededor se dio cuenta de dónde estaba en realidad. Estaba sentada en el asiento trasero de un coche tumbada sobre los dos asientos de pasajeros. Fuera de las ventanas estaba el típico escenario de una ciudad americana. Mirando abajo, vio que estaba con su traje habitual – una blusa blanca de estilo tradicional chino con mangas cortas y pantalones de cuero negros. Ling tomó aire profundamente y exhaló sonoramente en un suspiro de alivio.
Tumbada de nuevo en el coche de nuevo, habló calmadamente para sí misma. “Un sueño… Era sólo un sueño… otra vez.”
Tras pasar un tiempo, Ling pudo oír pasos acercándose a la puerta del pasajero. Con la puerta ya estando sin el seguro, oyó el click de la pestaña de la puerta. Mientras se abría la puerta, la brillante luz del sol caía sobre ella mientras veía a una chica familiar de pie junto a ella directamente en su punto de visión. Mientras los ojos de Ling se ajustaban a la luz, su amiga May “Minnie” Hopkins podía ser claramente reconocida.
“¡Ahhhhh! Veo que ya estás despierta, dormilona.”
“Oh…. Ey, Minnie.”
Antes de que Ling pudiera levantarse, Minnie le lanzó un objeto en forma de óvalo a su pecho. Ling miró a sus pechos y vio un sándwich submarino envuelto en papel atrapado en sus senos, llevando un símbolo de marca genérica. Mientras Ling lo agarraba, sintió algo darle encima de su cabeza. Inclinando su cabeza más hacia atrás, vio una botella de cristal de té helado genérico. Podía ver la sonrisilla en la cara de Minnie.
“¡También te he traído algo de beber!”
“Gracias Minnie.”
“De nada. Ahora, ¿qué te parece si sacas tu culo del coche y nos sentamos y comemos como gente normal en ese banco de ahí? Necesitas un poco de aire fresco después de cómo has estado actuando esta mañana.”
Ling se incorporó, sacando el sándwich envuelto de entre sus pechos, mientras sacaba los pies del coche. Aún se encontraba algo adormilada de la movida noche anterior. Ling cerró de un portazo la puerta del coche, y luego siguió a Minnie hasta el banco cercano.
Ambas se sentaron y miraron al resplandeciente cielo urbano. La ciudad aún se estaba despertando. Su coche estaba aparcado en el parking de una gasolinera, con el banco situado en una zona con hierba cerca del edificio. Ambas chicas destaparon lentamente sus sándwiches y empezaron a comérselos rápidamente en profunda reflexión.
Minnie comía a un ritmo normal mientras observaba medio interesada a la gente ir y venir; coches haciendo ruido lentamente por su ubicación – todo el mundo dirigiéndose a empezar la rutina diaria. Echó un vistazo a Ling, y observó su expresión de drogada y medio muerta. Su compañera de almuerzo estaba comiendo lenta y metódicamente, sin mostrar ninguna otra emoción, más que observar detenidamente su alrededor.
“Oye, Ling, ¿estás bien?”
Ling dejó de masticar y miró a la pequeña chica.
“¿Eh? Sí, todo bien.”
“¿Segura? No has sido tú misma hoy desde que empezó la mañana.”
Ling sabía de lo que estaba hablando Minnie. Desenroscó la tapa de su bebida y dio un largo trago. Unos segundos pasaron y seguía habiendo silencio entre ellas. Ling envolvió el resto del sándwich y lo dejó en una bolsa de plástico que Minnie tenía. Tras poner su botella medio bebida en la bolsa también, se levantó del banco con sus ojos puestos en el coche.
“Te lo diré todo cuando estemos de nuevo en la carretera.”
“Recibido.”
Minnie envolvió su sándwich también y agarró su bebida, siguiendo a su compañera de vuelta al coche. Se preocupó más ahora acerca de lo que tenía tan fascinada a la consciencia de Ling.
-- Antes esa Mañana --
En su apartamento, Minnie estaba acurrucada cómodamente en sus sábanas con su boca bien abierta. Estaba soñando con algo muy bueno. Estaba soltando risitas mientras dormía, el cuerpo de Minnie se empezó a mover adelante y atrás en las sábanas. De pronto una alarma sonó. Sus ojos se abrieron de par en par mientras se despertaba con algo de molestia. Su mano aporreó el botón del despertador – con fuerza.
Minnie se giró y vio a Ling completamente despierta, o eso pensó. Las luces de la ciudad brillaban sobre su torso desnudo, con las sábanas cubriendo a Ling únicamente desde sus muslos para abajo. Sus pezones gemelos brillaban como diamantes en la primera luz del alba.
“Buenos días, dormilona…”
Minnie tenía una sonrisa seductora en la cara mientras bajaba su cubierta también. Ella estaba desnuda también mientras se inclinaba y envolvía sus brazos alrededor del torso de Ling. Acurrucó su cabeza cerca del cuello de Ling y empezó a besarla. Sus besos eran muy apasionados con cada uno llevando todo el aroma de su amor. Detuvo sus movimientos sin embargo cuando vio la mirada inexpresiva en la suave cara de Ling. Minnie tenía la sensación de que su amante se había despertado mucho antes que ella, pero no de una forma buena y bonita.
“¿Querida? ¿Estás bien?”
Ling siguió mirando a la nada. Sus brazos estaban reposados suavemente a su lado.
“Sí.” Dijo su voz monótona y sosa.
“¿Estás... segura?”
“Sí.”
“Em... vale.” Minnie cedió por el momento, con suavidad y a regañadientes soltando su cálido abrazo. Se inclinó de vuelta a su parte de la cama y siguió mirándola.
“Bueno iré a la cocina y prepararé el desayuno para las dos, eso te dará tiempo para cambiarte.
“Vale.”
Minnie suspiró y se levantó de la cama, con sólo sus braguitas blancas. Empezó a caminar por la puerta en la muy tenuemente iluminada habitación. Su mano alcanzó el pomo de la puerta y la abrió con sólo una luz nocturna brillando a través de la puerta. Minnie miró a de nuevo Ling cuya expresión no había cambiado. Minnie miró preocupada a su amante de nuevo antes de salir de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.
El tiempo pasaba lentamente con el sol empezando a asomarse por el cielo y dentro del pequeño apartamento.
En una de las habitaciones paseaba Irene “Rally” Vincent. Estaba vestida con un sujetador de deporte y braguitas sencillas muy reveladores, mientras llevaba su ropa de trabajo en sus brazos. Mientras caminaba fuera de su habitación, vio la cocina encendida. El olor a masa salada, con carne salada, flotaba hasta su nariz. Caminaba cada vez más cerca mientras los olores se intensificaban cerca de la cocina. Rally miró pasada la pared y vio a Minnie cocinado el desayuno.
“¿M-minnie May?”
La bajita chica rubia se giró desde su posición cerca de la cocina para dirigirse a Rally. “¡Oh hola, Rally! Me alegra ver que por fin te has despertado.”
“Bueno ahora sí lo estoy – gracias a tus actividades culinarias. ¿Pero porqué llevas puesto eso?”
Minnie miró al lascivo delantal que llevaba – el cual no hubiera destacado de no ser porque Minnie quizá no tenía nada – ni siquiera ropa interior cubriendo su suave y sedosa retaguardia. Se dio la vuelta por completo y empezó a enseñar su traje seductivamente a Rally.
“¿Oh esto? Bueno~ Ling parece haber pasado una mala noche. Y he pensado que si le hacía un desayuno especial con esto puesto, le dará un subidón de calentura para sacarla de su bajón.”
Rally siguió mirando al cuerpo mayormente expuesto de Minnie. Incluso podía ver sus labios vaginales asomando entre sus piernas.
Ella puso una sonrisilla y dijo, “¡Si vosotras dos no estuvierais saliendo, te comería aquí y ahora!”
“¡Oh como si no hubieras hecho eso antes!” Minnie coqueteó con Rally, sacando su lengua con descaro.
Rally sonrió. “Sabes, Ling podría simplemente estar súper cansada del sexo que tuvisteis esta noche. O sea vosotras dos literalmente empezasteis a follar tan pronto las tres llegamos de la investigación de ayer.”
La cara de Minnie pasó de ligona a cautelosa preocupación.
“Esto es diferente Rally. He visto la mirada de chicas cansadas por el trabajo o el sexo – esto es estar cansada por algo traumático.”
Tras unos instantes, Ling salió caminando de su habitación. Llevaba sus largos pantalones negros mientras sólo llevaba puesto su sujetador negro por el momento. Sujetaba su camisa de estilo chino en una mano mientras caminaba hacia la cocina. Rally la miró y vio lo que Minnie decía. La expresión de Ling no había cambiado mientras tiraba de la silla y se sentaba. Lanzó la camisa lo suficientemente fuerte como para que cayera sobre la mitad del respaldo de la otra silla.
Minnie le lanzó una sonrisa de oreja a oreja viendo a Ling sentarse.
“¡LING! ¡Me alegro mucho de ver que te has levantado! Te he preparado el desayuno.”
Minnie agarró un plato ya listo para traerlo al lado de la mesa donde estaba Ling. Lo dejó para luego volver a la bancada para traer un buen vaso alto con zumo de naranja. Ling miró abajo y vio una densa tortita cubriendo todo el plato. Habían dos huevos fritos en la parte superior, con una larga y curva tira de beicon en el fondo, y una pequeña pieza cuadrada de mantequilla medio derretida en el centro. Ling podía ver que era la imagen de una sonrisa lo que Minnie había creado usando lo que había hecho para el desayuno.
Minnie tenía una gran sonrisa en la cara, rezando por que esto cambiara el humor de Ling, incluso si Ling no hablaba o notaba lo sexy que Minnie se había vestido para ella esa mañana. Ling agarró el tenedor y atravesó el huevo, llevándose también un trozo de tortita. Le dio un bocado a la comida y entonces usó el tenedor para untar de mantequilla el beicon y cortó un trozo de tortita otra vez; esta vez junto con el beicon. Dio otro bocado y dejó el tenedor. Rechazó el vaso de zumo para sorpresa de Rally y Minnie.
“Gracias, Minnie. Pero ya estoy llena.”
Ling se levantó y recogió su camisa de la silla. Puso la camisa sobre sus hombros y se la abrochó.
Sin mirar atrás, dijo silenciosamente, “Nos vemos en el coche.”
Con eso, Ling abrió la puerta delantera del apartamento, salió y la cerró tras ella.
Rally estaba sorprendida por lo que había pasado, aunque conforme miraba a Minnie, se dio cuenta de lo afligida que se había puesto.
“Emmm... ¿Minnie? ¿Todo bien?”
Minnie no dijo nada mientras miraba a la puerta cerrada.
“¡Venga Minnie, no te vuelvas una zombi tu también!.
Minnie no se inmutó ni siquiera después de lo que le había gritado Rally. Rally soltó un suspiro de inquietud mientras se levantaba de su asiento.
“¡MINNIE!”
La cara de Minnie se giró lentamente para ver a Rally. Agarró la parte de debajo de su camiseta, la levantó y enseñó sus adorables y rebotonas tetas a Minnie.
“¡SANTA MADRE DEL CORDERO!” La pequeña lesbiana trinó en voz alta por la sorpresa.
“Eso es, sabía que eso sacaría tu cerebro de tu estado moribundo.” Rally sonrió con lujuria.
Minnie se abofeteó la cara para espabilarse, mientras Rally bajó su camiseta por sus alegres pechos.
“Lo siento Rally, realmente pensaba… que esto-” Minnie señaló al plato del desayuno. “esto, ” Señaló a su delantal sexy, “Y joder, incluso ESTO-” Minnie se apoyó sobre la bancada y separó su culo para revelar su mojado coño y su brillante y apretado pliegue trasero. “Sería suficiente para poner a Ling contenta. Ojalá me hablara y me dijera qué la tiene de un humor tan triste.”
Minnie suspiró con tristeza; sonando derrotada por primera vez que Rally pudiera recordar. Minnie no era de las que se rendían.
“Minnie, Fong Ling ha pasado por mucho desde que se mudó con nosotras hace unos meses. Puede que esté pasando por algo de estrés postraumático de vez en cuando. Puede aparecer cuando no te lo esperas – sin previo aviso.”
Minnie miró preocupada a Rally, ambas compartiendo el sentimiento de preocupación por su amiga.
“Sí, no había pensado en eso. Supongo que nuestro increíble sexo ha hecho que mi cerebro haya dejado de lado la situación. Me había olvidado de eso.”
“Minnie, vístete. Yo limpiaré esto.”
“Pero-”
“No te preocupes por eso. Ling te necesita. Porqué no la dejas echarse una siesta en el asiento trasero del coche mientras tú te das un paseo en coche matutino.
“Sabe qué... esa no es tan mala idea. ¡Gracias, Rally! Voy a cambiarme y proponerle el plan.”
-- De vuelta al Presente --
El coche que Minnie estaba conduciendo tenía los mecanismos y controles de conducción modificados para permitir a la bajita rubia conducir sin problemas. Ahora podía pilotar el vehículo con destreza, lo cual hacía ahora mientras guiaba el vehículo fuera de la ciudad hacia los suburbios.
Minnie giraba lentamente por un carril lateral mientras escuchaba lo que Ling le estaba explicando desde su nueva posición en el asiento del acompañante del coche. Los sentimientos de Minnie pasaron de preocupación a sorpresa.
“¿¡Has tenido otro sueño!? ¡Dios mío! No me extraña que estuvieras tan apesadumbrada esta mañana.”
“Correcto. Quiero disculparme por mis acciones. Sabía que tus intenciones eran buenas, pero...”
“¿Pero qué?”
“Me desperté a las dos de la mañana y no dormí más después de eso.”
Minnie desarrollo una expresión algo consternada al escuchar que Ling había estado despierta durante la mayoría de la noche.
“¿¡O sea que sólo has tenido 2 horas de sueño!?”
“Así es.”
“Santo cielo, siento que hayamos tenido sexo durante tanto tiempo esta noche. De haberlo sabido, hubiera dejado irnos a dormir directamente.”
“No pasa nada, Minnie. Atesoro la sesión de esta noche contigo. Fue divina.”
Ling sonrió a Minnie. La sonrisa de Minnie fue forzada ya que ella sentía algo de culpabilidad, mientras miraba a Ling por un segundo, por posiblemente ser la causa de que su novia perdiera el sueño.
Minnie miró de nuevo a la carretera. Sus manos empezaron a dar toquecitos al volante mientras intentaba concentrarse en la condición de Ling, a la vez que intentaba asegurarse de no estrellar el coche por estar distraída.
“Así que... cuando estabas echándote una siesta en el coche… ¿has tenido ese sueño otra vez?”
Ling miró por su ventana con una mirada seria mientras respondía a Minnie.
“Sí. Diferente escena de la situación, pero el mismo resultado.”
“¿¡En serio!? ¡Jolín! Desde que nos paramos en esa tienda retro hace unas pocas semanas, has estado teniendo esas pesadillas.”
“Lo siento, Minnie.”
Minnie miró abajo por lo que dijo. Miró a Ling por un instante antes de volver a mirar a la carretera.
“No tienes porqué sentirlo, Ling. Yo debería ser más de apoyo… pero me resulta difícil entender tu pasado.
“¿La parte de que vengo de otro mundo? ¿O más en concreto, de una Tierra diferente?”
“S-sí...Quiero decir, te compro la parte del MSS de tu pasado, Querida. Desde la guerra fría, sé que muchos países tienen un equivalente de la CIA. Joder si me dijeras que Uganda tiene una agencia secreta, probablemente te lo compraría también.”
Minni se rió de su pequeña broma. Miró a Ling y podía ver una ligera sonrisa en sus precioso labios.
Mirando de nuevo al asfalto, Minnie continuó, “Pero la idea de zombis… O sea sé que hay gente que va tan encocada que podrían ser zombis. ¡Jajaja!”
“Je.”
“¿Pero la idea de zombis cómo los de El Amanecer de los Muertos? ESO es más difícil de pillar. ¡Además de los monstruos, alienígenas, y robots parlantes de Dragones y Mazmorras, a mi me suena cómo una historia de viaje de ácido!”
Minnie sólo escuchó silencio salir de Ling.
Miró rápidamente y vio que la expresión de su amante se endurecía mientras miraba por la ventana. Los ojos de Minnie se dispararon de nuevo a la carretera y sintió una ola de culpabilidad sobrecogerla, inundando su corazón.
“Lo siento, Ling. ¡No debería haber dicho eso! Quizá hay un universo ahí fuera como mi mundo que es diferente y simplemente no lo conozco aún. O quizá soy un poco tonta cuando se trata de.. bueno… todo.”
“¡Minnie, para! Tú no eres ese tipo de chica. Sé que no has hablado mucho de tu pasado, pero te puedo decir una cosa – tú no eres para nada estúpida. Eres una maravillosa mujer con la cabeza en su sitio que sabe cómo lidiar con el peligro, además de con el día a día.”
Minnie sonrió, con su cara poniéndose algo llorosa por las palabras de su novia.
Pasó media hora mientras las chicas seguían circulando por la silenciosa carretera. Pasaron por los soñolientos suburbios, que conducían hacia el campo. El silencio inundó el coche, con Ling mirando por la ventana y Minnie llevando el vehículo por el asfaltado camino. La pequeña cara de Minnie se arrugó ligeramente en confusión mientras se quedaba absorta en sus pensamientos. Seguía dando toquecitos al volante con sus dedos para intentar pensar en algo.
De pronto, se le iluminó la bombilla. Una sonrisa cruzó su cara de oreja a oreja mientras rápidamente sacaba el coche del lateral de la carretera.
La repentina parada sacó a Ling de su ensoñamiento. “Que nari-”
“¡Ling! ¡Toma el volante!”
Ling estaba confundida al ver a Minnie tan contenta.
“Jolín, si querías que condujera yo podrías simplemente haberme preguntado.”
Ambas chicas abrieron las puertas y rápidamente caminaron hasta los sitios opuestos del coche. Ling reposicionó el asiento y los pedales para poder usarlos con normalidad y entonces se sentó en el asiento del conductor. Una vez cerró la puerta, empezó a agarrar su cinturón.
“¡No! ¡No te lo abroches todavía!” chilló la voz junto a ella.
“¿Eh?”
“Sólo... ¡Conduce, Querida!”
Minnie no tenía su cinturón puesto tampoco mientras empezaba a juntar y separar sus piernas con impaciencia, esperando a que Ling condujera. Intentando seguir esta extraña idea que su amante tenía, Ling puso el pie en el pedal y empezó a dirigir el coche de vuelta al carril de circulación.
Ling giró el coche suavemente, sus ojos ocasionalmente se movían con rapidez entre la carretera y Minnie. Aunque su ojo izquierdo, usando el reflejo del parabrisas junto con el espejo retrovisor, se percató de la bella chica quitándose la chaqueta; entonces usó sus pies para quitarse los zapatos de una patada. En apenas segundos, Minnie se había sacado su vestido de una pieza por encima de su cabeza, y lo tiró a un lado. Ahora sólo estaba vestida con su pequeño sujetador y sus braguitas.
“Minnie, ¿por todos los infiernos que crees que estás haciendo?” Ling exclamó.
Minnie no respondió a Ling.
Ling se sonrojó al ver la ropa interior de Minnie. Era un conjunto a juego de algodón blanco con un patrón de corazones de fresa distribuidos alrededor. Los dedos de la bella chica se movieron alrededor de su espalda y se desabrochó el sujetador, el cual inmediatamente cayó por sus hombros. Entonces lo agarró y lo lanzó al pequeño montón de ropa acumulada en el asiento de atrás.
Ling intentó centrarse en la carretera con nerviosismo mientras los pequeños de dos de Minnie empezaban a desabrochar la hebilla de los pantalones de Ling.
“¿Minnie, que crees que estás haciendo?”.
Sin embargo, cuando miraba abajo, las manos de Ling empezaban a mover el coche hacia el lateral de la carretera. Ling tenía que mantener los ojos al frente para no distraerse.
“¿Fong Ling, te acuerdas de cuando te dije que unas de mis fantasías era intentar una mamada en carretera?”.
“Sí. Pero eso normalmente implica que el conductor sea un hombre porque… bueno por… ¿el pene?”
“Cierto, cierto, ” Minnie canturreó feliz y provocativamente, mientras sacaba el cinturón de Ling con éxito y lo lanzaba al asiento trasero también.
Sus pequeñas manos empezaron a desabrochar los botones de los pantalones de Ling, entonces le bajó la cremallera.
“Aunque he buscado en internet para ver si habían vídeos lésbicos de chicas haciendo una mamada en carretera ‘vaginal’. Y-”
Bajó los pantalones de Ling junto con sus braguitas negras hasta sus rodillas.
“¡HABÍAN vídeos de SÓLO eso! ¡Así que es posible!”
Ling rápidamente encendió el modo crucero mientras Minnie agarraba su pie y le quitaba los zapatos. Después de quitarle los zapatos, siguió bajando los pantalones y braguitas de Ling. En el proceso también le quitó los calcetines dejándola completamente desnuda de cintura para abajo. Minnie recogió toda la ropa, la hizo una bola, y la lanzó al fondo del coche. Ahora estaba completamente denuda… desnuda como Dios la trajo al mundo.
Minnie se inclinó cerca y pudo ver el coño de Ling brillar por el sol que entraba por la ventana. Minnie gentilmente sopló en su cubierto clítoris. El coño de Ling empezó a sacudirse por la suave brisa.
“Jejeje~ Oh Ling, cada vez que miro a tu adorable rajita pienso en lo increíble que es. Cómo si fuera nuestra primera vez teniendo sexo.”
Mientras Minnie se reía, Ling puso los ojos en blanco al oír el cumplido de nuevo sobre su coño. Aunque sonrió ya que sí se sentía bien.
“Creo que tienes una adicción fatal hacia mis partes bajas, Minnie.”
“Oh eso se da totalmente por hecho, Amada.”
Minnie puso sus labios sobre el clítoris de Ling y empezó a chupar el pequeño grano en cortos intervalos. Ling jadeaba y daba pequeños volantazos del impacto de placer que recorría todo su cuerpo. Minnie se centró en sus chupadas para mantener un buen ritmo. Un sonoro pop podía oírse cuando sus labios soltaban el choto de Ling. Empezó a dar besos alrededor de su zona púbica. Ling jadeaba por la caliente acción sucediendo por bajo. Sus piernas se movían adelante y atrás mientras sus puntos de placer estaban siendo provocados.
“¡M-minnie! ¡Tienes que parar! ¡Se que eres una detective, pero esto va a ser muy incómodo si un coche de policía nos para!”
Minnie miró a Ling con lujuria. Habían largos hilos de saliva conectando sus labios con el fabuloso coño de Ling. Sonrió mientras ponía sus manos en su propia ropa interior de corazones de fresa. Bajándolas por sus piernas, movió sus piernas de vuelta al asiento del pasajero para quitárselas por completo.
“Oh si nos paran así, será mejor hacerlo entretenido, ¿hmmm?”
Minnie estiró sus braguitas con sus manos. Entonces se inclinó hacia Ling y los estiró sobre su cabeza.
“¡¡¡MINNIE!!!” gritó Ling, mientras sentía la ropa interior de su novia engancharse a su pelo.
“¡Precioso! Pareces esa chica de La Revancha de los Novatos.”
“Espera un segundo-” Ling tocó la ropa interior con una mano. Podía sentir una baba pegajosa saliendo de debajo de ésta. Miró sus dedos y vio corrida en las puntas de su mano.
“¡Minnie, so pervertidilla! ¿¡Has mojado con tu líquido vaginal tus braguitas!?”
“Bueno, eso fue hace unos pocos minutos – cuando vi tu coño. Así que es un poco culpa tuya.”
“Minnie, no tienes ni idea de lo que es contenerse, ¿verdad?”
“No cuando estoy contigo, en ese caso no.” Minnie guiñó un ojo mientras volvía a su posición original. Podía ver un pequeño rastro de jugos saliendo del canal vaginal de Ling. “¡Y tú serás quien para hablar! Mírate poniéndote tan cachonda por mí.”
“Eso es porque has besado mi coño. Y obviamente, sabes cómo mi cuerpo va a reaccionar a tu boca.”
“¡Ohhhh~ jojojo~! Eso no es todo para lo que mi boca es útil.” La bella y pequeña chica sonrió maniáticamente.
Minnie se acercó de nuevo y empezó a chupar los jugos vaginales del potorro de Ling.
“Mmmmmmm~ Taaaaaaaan Dulceee,” dijo mientras su boca continuaba chupando el jugoso coño de Ling.

(Click para ver la imagen completa)
Ling mantuvo su mente centrada en la carretera, pero sabía que cuanto más seguía Minnie, más posibilidades había de que ocurriera un accidente. Podía oler los jugos de su novia rezumar desde las braguitas hasta su cara. Se sintió intoxicada por el aroma. Ling sabía que debía ceder ante lo que su cachonda amada quería.
“¡Maldita sea, Minnie~! ¡Eres muy buena en esto! ¡Pero tampoco te rindes cuando estás de humor! ¡Espero que ESE entrenamiento del MSS sea de ayuda ahora!”
Minnie podía sentir el cuerpo de Ling reaccionar diferente. Como si su cuerpo parecía tener ahora mente propia. Sus caderas eran erráticas; yendo en múltiples direcciones en el aire y el asiento.
“¡Oh~! Así que ESTE es el oficio que ejercen esas agencias~ ¡Pues no me asustas, Ling!” Minnie sonrió y rió mientras sus labios se succionaban entre ellos al clítoris de Ling.
Puso su mano derecha en el muslo izquierdo de Ling. Todo mientras usaba su mano izquierda para masturbar el coño de su amante a doble velocidad.
Ling mantuvo una mano en el volante mientras la otra descansaba en un lado. Minnie tenía los ojos cerrados mientras se veía absorbida por el momento. Ling empezó a jadear más y más conforme se acercaba al clímax. Su boca se abrió pero no se pudo escuchar ningún ruido. Sus caderas se movían adelante hacia la boca de Minnie. Los ojos de Minnie se abrieron de la repentina sorpresa al sentir los jugos de corrida de Ling inundar su pequeña boca. Empezó a tragarse los jugos de su amante, poniéndola incluso más mojada.
Ling soltó un grito ahogado en vez de aire ya que el orgasmo fue bastante potente. Puso su otra mano en el volante de nuevo.
“V… Vale Minnie. Ya has tenido tu mamada lésbica en carretera. ¿Ya estás contenta? ¿Minnie?”
Miró abajo y vio que los labios de Minnie habían soltado su coño, pero sus ojos seguían fijos en su choto. Estaba sonrojada y riendo suavemente cual colegiala. Notó que su clítoris estaba completamente erecto ahora, descubierto, y temblando por toda la acción.
“Jejeje~ ohhh… ¿quién es un pequeño y adorable clítoris~? Tú lo eres~” Minnie le dio un toque al clítoris con su dedo. “¿Qué dices? ¿Quieres otra ronda? Avaricioso clitorito. ¡Bueno, vale!”
Ling frenó el coche con su pie derecho y se apartó de la carretera. El cuerpo de Minnie se volcó hacia atrás por el frenazo instantáneo. Aunque se echó adelante cuando el coche se paró por completo. Los ojos de Minnie le daban vueltas por efecto del latigazo. Agitó la cabeza y miró a su barriga, con su culo en la cara de Ling.
“¡Ling! ¿!Que coñ-”
La mano de Ling agarró sus muslos firmemente. Su cabeza asomó entre la entrepierna de Minnie. Vio una seductora sonrisa en su cara ahora.
“Ahora es mi turno, neni.” Ling subió las piernas de Minnie un poquito, poniendo su badajo y culo es su cara. Se acercó y empezó a lamer en círculos su adorable y arrugado ano.
Minnie dio un grito ahogado y gimió sonoramente. “¡OOOHHHHH~! ¿¡Ya te estás comiendo mi ano!? ¡Ahhhhhhh joder!”
Sus brazos se estiraron hacia fuera en el suelo mientras su cuerpo empezaba a tener espasmos.
“V-vale te perdono por ese frenazo repentino, Ling~”
SU novia no respondió, aunque si que empezó a follar viciosamente con la lengua el apretado chocoagujero de Minnie. Los ojos de Minnie se abrieron de placer. Tenía una enorme sonrisa en la cara mientras empezaba a gemir cada vez más alto. La lengua de Ling estaba retorciéndose por todo el interior del culo de Minnie.
“¡Oh Dios! Sí… sí….. ¡¡SSSÍÍÍÍÍ!!”
AL contrario que Ling, Minnie no creía en controlar su voz. Soltó un fuerte chillido que emitió del fondo de sus cuerdas vocales. SU pequeño y depilado coño empezó a correrse por todas partes, rociando el cuerpo de Ling y el panel del coche.
Tras unos segundos corriéndose, el cuerpo de Minnie al fin se relajó, salvo por el profundo y pesado jadeo. Minnie intentó recuperar el aliento pero aún se sentía muy débil. Es cómo si Ling le hubiera absorbido su alma sexual directamente de su cuerpo.
“¡T-tú eres una bestia china, Ling! Sí así es como te han entrenado aquí, quiero mi propio harén en China ahora.”
“Jejeje, ya eso no va a pasar, mi amor.”
“¿Y porqué no, Señora Analigüista del MSS?”
“Primero, tú eres una rubia estadounidense. Destacas. Y dos, si se crea algún harén, es tu trabajo liquidarlo… permanentemente.”
Minnie balanceó su cuerpo hacia el asiento del pasajero. Se hizo una bola en el cojín del asiento, se voleó para mirar al frente del coche, y estiró las piernas.
“Ja, simplemente no puedes dejar a una ninfómana cumplir sus alocados sueños, ¿eh?”
“Sólo quiero que no se rompa tu sueño.”
“Bueno... No está roto cuando estoy contigo.”
Ambas chicas rieron mientras las dos amantes se acercaban para darse un pequeño beso en los labios.
“¿Y ahora qué?” Minnie jadeó tras los suaves besos.
“Bueno~ tras ese gran orgasmo que me has dado, me voy a tener que secar.” Ling sonrió y se rio un poco. “Supongo que podemos esperar aquí.”
“Sí.”
Pasaron unos segundos. Minnie miraba a Ling y veía una expresión feliz venir de ella.
“¿…Ling?”
“¿Sí?”
“Me alegro de que hayas vuelto a la normalidad.”
Ling sonrió y asintió con la cabeza. “Gracias a ti.”
Minnie le respondió con una sonrisa de gozo.
“Sabes, de todas formas Min, deberías mirar tu teléfono. A lo mejor te ha llegado un mensaje de Rally.”
“¡Oh! ¡Bien visto!”
Minnie lanzó su cuerpo al fondo del coche para buscar en el montón de ropa que se había formado. Empezó a buscar los bolsillos de su chaqueta y encontró el teléfono. Volvió al asiento del pasajero y lo encendió del modo en espera. Vio una notificación de mensaje.
“Oh SÍ que hay uno de Rally.”
Pulsó en la notificación lo cual abrió el mensaje.
“Hola chicas. Espero que estéis bie-…” Ling no podía oír a Minnie ya que su voz se volvió más y más floja, ante de que sólo sus labios se movían sin hacer ruido alguno. Los ojos de Minnie se abrieron de repente después de unos segundos.
“¿Qué pasa, Minnie?”
“Para cenar… pediré pizza para nosotras... Porque esta noche debería ser una noche para divertirse… Y esto es lo que ha adjuntado con el mensaje.”
Giró el teléfono hacia Ling. Mientras miraba al teléfono, vio el mensaje de texto que envió Rally. Aunque sus ojos se abrieron también al mostrar a Rally haciéndose un selfi, con sus pantalones bajados, enseñando un poco de humedad por su zona púbica. Mientras Ling le daba el teléfono a Minnie, su cara estaba cerca de la suya.
“Vamos…. ¡¡¡¡CORRIENDO PARA CASA!!!!”
Le gritó mientras brincaba arriba y abajo desnuda llevando sólo sus leggins.
Ling soltó un suspiro sarcástico, pero mantuvo su sonrisa. Sus dos piernas estaban en el lado del conductor ahora. Puso el pie en el acelerador, dio un giro de 180 grados en la carretera y se dirigió en la dirección opuesta a dónde habían venido.
“Sí, volvamos a casa… amor mío.”
- EL FIN (por ahora) -
|